Cualquiera que esté cerca de un niño puede darse cuenta de la enorme influencia de las películas en nuestras vidas: pedirán los juguetes, se disfrazarán como los personajes… los imitarán.

Sabiendo lo anterior, ¿cuántos padres de familia ven una película antes de mostrársela a sus hijos?

Lo importante es encauzar el aprendizaje. En Star Wars, tu hijo podría  absorber el coraje, la perseverancia y la lealtad que caracteriza la trama o, por ejemplo, que Luke se une a un ejército para derrocar el gobierno.

También podría aprender que en una galaxia muy lejana las mujeres son prácticamente inexistentes, exceptuando a la Tía Beru y la Princesa Leia –su papel fue ser rescatada y ponerle una medalla a Luke por salvar el universo–. En comparación, Dorothy, en El mago de Oz, se convierte en una auténtica líder, amiga de todos y también princesa, pero en unas circunstancias muy lejanas.

Hasta antes de Brave, los estudios Pixar se habían olvidado de las mujeres. Piensa en cualquiera de sus producciones, Cars, Toy Story, Monsters Inc, los Increíbles, Buscando a Nemo, Up, etc., encontrarás la aventura de un niño, o un hombre, dos hombres que son amigos o un hombre y su hijo o, inclusive, dos hombres que están criando a una niña.

Cuando vean una película, les recomiendo hacer el Test de Bechdel que consiste en preguntarse si cumple tres requisitos: 1. ¿En la película salen al menos dos personajes femeninos?,  2. ¿Se hablan la una a la otra en algún momento? y 3. ¿Hablan sobre algo que no sea un hombre? (No me refiero únicamente a situaciones románticas).

Dos mujeres que hablan entre ellas de algo… no parece algo difícil de encontrar.

Sin embargo, las últimas películas que he visto no han aprobado este test: Lincoln, Una Aventura Extraordinaria, el Hobbit, Argo… y sí, son las que veremos ganarse los premios de la Academia.

Sólo un aproximado de 11 de las 100 películas más importantes del año tienen de protagonista a una mujer.

No sé si todo esto tenga relación con las agresiones o a la inequidad en la que viven las mujeres, sobre todo en México, pero Hollywood pareciera encargarse de proteger el poder del hombre.

Ante esto, los padres parecieran estar obligados a sentarse con sus hijos y hablar sobre la película que acaban de ver.