Las reformas no juegan 'fut'
Las discusiones requieren de “un pueblo pensante, atento, y no distraído por el ambiente que provoca el Mundial.
Aunque condenada a fracasar, la idea de que el Congreso posponga el debate y la dictaminación de las leyes secundarias en materia de energía para cuando concluya el torneo mundial de futbol es una deliciosa provocación.
¿Y si el chicle fuera pegamento?
El pretexto es banal porque los sectores y actores interesados en los asuntos públicos están (o debieran estar) atentos a los temas relevantes de la agenda pública, y los que no, pues no.
Lanzó la puntada el entrañable senador perredista Miguel Barbosa, sobre la consideración de que las discusiones requieren de “un pueblo pensante, atento, y no distraído por el ambiente que provoca el Mundial…”.
¡Juajuajua!
No obstante, merece reconocimiento la canija necedad con que perredistas y activistas afines y conexos han variado su estrategia frente a la falta de votos legislativos y la complicada recopilación de firmas para incidir de manera decisiva en las leyes secundarias, apoyando debates como el propuesto por Alfonso Cuarón o, ahora, por el “ruido” que provocará el Mundial de Brasil.