El manejo de la vida silvestre requiere de una fuerte capacidad y apoyo de carácter técnico-científico por parte del gobierno durante la planeación y la operación, lo cual hasta el momento no ha dado los resultados que el sistema esperaba. 

Una unidad de manejo para la conservación de la vida silvestre (UMA) es una unidad de exhibición o producción en un área delimitada que debe tener un régimen de propiedad válido (privada, federal, ejidal, comunal, etc.), en donde se pueda llevar al cabo el aprovechamiento de ejemplares, productos o subproductos de recursos de la vida silvestre que requieren de un manejo especial. 

Dependiendo de los objetivos y de las especies a manejar, las UMA pueden ser intensivas o extensivas. En las UMA intensivas, el manejo de ejemplares se realiza en confinamiento (condiciones controladas e intervención directa del hombre, principalmente para especies exóticas). 

En las UMA extensivas, los ejemplares se encuentran en vida libre y las prácticas de conservación y mejora se efectúan en el medio donde se encuentran aquéllos. Sin importar su extensión territorial ni su régimen de propiedad, los propietarios o los legítimos poseedores de los predios registran ante la Semarnat su Plan de Manejo. 

El Plan de Manejo lo elabora el responsable técnico de la UMA y en él se describen los objetivos de la misma, garantizando con su programa de trabajo la conservación de los ecosistemas y la viabilidad de las poblaciones de todas las especies existentes en ella, ya que en él se describen los proyectos a desarrollar dentro de la unidad, los datos principales del sitio, la(s) especie(s) y la manera en que se piensan aprovechar los recursos disponibles, sin agotarlos ni poner en riesgo la sobrevivencia de la especie y su hábitat. 

La estrategia de manejo y conservación de la vida silvestre en nuestro país adopta el concepto de equilibrio entre el uso de los recursos naturales y la urgente y justa necesidad de reducir los niveles de pobreza bajo un esquema alternativo de oportunidades de bienestar económico, social y natural, de desarrollo sustentable. 

Pero el éxito de estas unidades depende de la correcta aplicación de un plan de manejo adecuado que garantice esa sustentabilidad del recurso, sólo así podremos aprovechar el recurso sin arriesgar su estatus. 

En Yucatán hay varias UMA y de eso les compartiré en mi próximo CALEIDOSCOPIO.