Leones y algo más

En tres temporadas, los propietarios sinaloenses, los hermanos Arellano, han montado grandes escuadras, dignas de las máximas conquistas.

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La mata sigue dando. Y la neta, ando algo triste por la derrota de los Leones de Yucatán ante los “loros” poblanos; lástima, se fue una gran oportunidad de llegar a disputar el campeonato de la Liga Mexicana de Beisbol. La sequía de las fieras ya alcanza una década pero, con seguridad, habrá buenos tiempos por venir.

En tres temporadas, los propietarios sinaloenses, los hermanos Arellano (nada de suspicacias, por favor), han montado grandes escuadras, dignas de las máximas conquistas.

Al menos, queda el consuelo de que las fieras fueron el mejor equipo en ganados y perdidos en todo el torneo; salieron con 77 victorias, un récord para los melenudos. También, después de varios años, un pitcher como el cubano Yoanner Negrín salió el mejor de toda la LMB con 18 triunfos y apenas una derrota, con cuatro partidos tirando desde la primera a la novena entrada. Eso no se veía desde las épocas de los recordados Juan Jiménez (dominicano), a finales de los setenta; Gilberto Rondón, el boricua-gringo (que es casi lo mismo en cuestión de nacionalidades), en los ochenta; y los mexicanos Mercedes Esquer, en los noventa, y Oscar Rivera, en la década actual.

Si bien, el dominicano Jesús “Cacao” Valdez no rindió como en la anterior campaña, la de su presentación en México, donde salió campeón bateador  con .346 de porcentaje, impulsar 98 carreras y conectar 18 cuadrangulares, en la segunda mitad de la actual temporada que está por culminar se recuperó y volvió a lucir su atinado cañón. Hay un extranjero que jamás debe regresar a la cueva y es el venezolano Héctor Giménez, el primera base, que parece ser el consentido de su paisano, el manejador Willie Romero. El tal Giménez –no con “J”- devengó un buen salario y rindió cuentas mediocres con numeritos (.250 de bateo y apenas 40 carreras empujadas) indignos de un foráneo con cierto renombre.

Romero debe ser considerado para retornar a la cueva, aunque tal vez tenga sus desacuerdos con el director deportivo Juan Carlos Canizales, pero los logros están a la vista. Hay tiempo para reflexionar y armar otra escuadra competitiva y que, ahora sí, pueda lograr el cuarto gallardete en la historia de los Leones.

PRIMERA CAIDA.- Ah, casi se me olvidaba. Lamento la muerte de Juan Gabriel, no compré uno solo de sus discos, pero sus canciones eran excelentes con dos o tres “alipuses” encima.

SEGUNDA CAIDA.- Por su supuesta opinión en torno al deceso de “El Divo de Juárez”, fue cesado el director de Cultura del Ayuntamiento de Mérida, Irving Berlín Villafaña. El edil Mauricio Vila se deshizo en elogios para su ex funcionario. Entonces, si era tan bueno, ¿por qué lo renunció?

TERCERA CAIDA.- Y ayer, don Peña Nieto se deshizo de Luis Videgaray, titular de la temible Hacienda, y colocó al “chambitas”, José Antonio Meade (se pronuncia “mid” no “mear”) en su lugar. El presidente ensalzó la chamba de su ahora despedido. ¿No que era tan bueno? Pero no quiero opinar más, me da algo de hueva, ¿verdad don Irving?

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