#LeyTelecom: primero, concentración; después, quién sabe
Ya desde el año pasado se menciona que Telefónica es de las más interesadas en sacar la chequera y hacerse del control de algunos rivales.
Ahora que el Senado aprobó las leyes reglamentarias que darán respaldo a la nueva Ley Federal de Telecomunicaciones (falta el voto en la Cámara de Diputados), muchos anticipan una nueva revolución en el sector, de mayor impacto que la que detonó la privatización de Telmex en los 90.
Si bien los principales objetivos son incrementar la competencia, abatir la concentración y abrir una nueva era de servicios a favor del consumidor, todo esto podría iniciar con ciertas contradicciones al espíritu de apertura de mercados y habrá que esperar las decisiones de algunas firmas afectadas.
Así que a pesar del triunfalismo con que fue saludado el voto en el Senado y que tiene a muchos imaginando mdd en nuevas inversiones, podría darse el caso de que mucho de esto se dirija a concentrar más la industria.
Ya desde el año pasado se menciona que Telefónica es de las más interesadas en sacar la chequera y hacerse del control de algunos rivales. Si bien todos los ojos apuntan a que Movistar podría comprar a la regia Axtel, de Tomás Milmo, también es cierto que, operativamente la española y Nextel tienen bastante en común al compartir sus redes y espectro.
Telefónica nunca ha estado cerrada a crecer comprando y con el marco que limita la inversión foránea en telecomunicaciones modificado, se antoja un movimiento para aliviar sus costos de operación comprando firmas con espectro o redes ya destacadas y, sobre todo, carteras con millones de usuarios.
Por una parte, algo están cocinando en Grupo Carso. Del lado de Telmex, su consejo de Administración va a pedir a sus accionistas votar un probable aumento en el capital de la empresa. Esto significa que la firma, que domina más de 60% del mercado de banda ancha y 90% de la telefonía fija, podría estar pensando ampliar su presencia fuera de México como una forma de detener una eventual caída en sus ingresos, ya sea por menores tarifas en sus servicios o por una corrida de clientes a la competencia.
Por el otro lado, América Móvil, que domina casi 71% del mercado de la telefonía inalámbrica, se ha amparado contra la definición de preponderante que le endilgó el Ifetel y el propio Carlos Slim ha llamado a la #LeyTelecom como “confiscatoria”.