Mérida fue centro mundial de los Derechos Humanos el pasado día 20, cuando se realizó el Seminario Internacional: “Los Derechos Humanos a 65 años de la Declaración Universal y 20 años de la Conferencia de Viena”, en el que contamos con la presencia del presidente nacional de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y distinguidos miembros del cuerpo diplomático acreditado en nuestro país, y desde luego a quienes representan a esos países en Yucatán. A todos ellos mi agradecimiento por su apoyo a esta labor, al igual que a los integrantes de la sociedad civil que participaron.

En estos trabajos se señalaron importantes conceptos y se recordó el panorama de los Derechos Humanos, cuando en la Revolución Francesa se proclamaron los Derechos del Hombre y del Ciudadano, como bien dijera el Dr. Raúl Plascencia Villanueva; luego de la Segunda Guerra Mundial los países que integran la ONU dieron a conocer la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Luego, en 1993, hace ya 20 años se tomaron trascendentales acuerdos, en la Conferencia de Viena, dos importantes movimientos del género humano, para ser mejores, para buscar la convivencia pacífica, no sólo entre las naciones, sino entre nosotros mismos, como ciudadanos, como personas.

Plascencia Villanueva dijo también que esa conflagración universal es la que nos dio la visión de saber cuál es el límite al que podría llegar el ser humano, para atacar, para agraviar a otro ser humano, desaparición, torturas, ejecuciones y por lo mismo tomar acciones para saber cuál es el camino  para poder traducir esas acciones a una mejor vida.

Se refirió al trabajo realizado en la Conferencia de Viena de la cual indicó que nos dejó una nueva visión, con la participación de muchos países, para construir un nuevo escenario mundial a través del respeto, la concordia, un camino que tiene que abonarse, para hacerlo realidad. 

La importancia de la Conferencia de Viena, dijo Plascencia Villanueva, dejó dos grandes aportaciones para consolidarnos en la lucha por los Derechos Humanos, una es la ampliación de los bienes jurídicos que son considerados como Derechos Humanos y además dio la pauta para establecer la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Por su parte el Secretario General de Gobierno, Víctor Caballero Durán, en representación del Gobernador del Estado reiteró los deseos de esta administración estatal de que la cultura de los Derechos Humanos permee hasta el último rincón de nuestro querido Yucatán porque los Derechos Humanos, consideró, entre otros conceptos, se hacen realidad con la vivencia cotidiana con la sociedad y que en estas tierras el bienestar se urde con los hilos de los Derechos Humanos.

En el Seminario Internacional se realizaron dos mesas panel en las que participaron, en la primera, el Lic. Nabor Carrillo Flores, secretario ejecutivo de la CNDH; la embajadora de la Unión Europea en México, Marie Anne Coninsx, quien habló de la “Política Europea de Derechos Humanos”. En representación de la Embajadora de Francia, el Ministro Consejero Clément Leclerc abordó el tema: “La Declaración Universal de los Derechos Humanos”. 

La catedrática de la Universidad Anáhuac México, Mtra. Catherine Prati Rousslet expuso: “A 65 años de la Declaración Universal”. En la siguiente Mesa Panel el moderador fue el Dr. Geofredo Angulo López, investigador y asesor ejecutivo de la CODHEY y como panelistas Javier Hernández Valencia, representante en México de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, con el tema: “La Conferencia de Viena y la Creación del Alto Comisionado para los Derechos Humanos”. Rudolf Werner Knoblauch, embajador extraordinario y plenipotenciario de Suiza en México disertó respecto a “La Conferencia de Viena a 20 Años”.

Es indiscutible la importancia que este Seminario Internacional tuvo para la causa de las prerrogativas del ser humano y por mi parte considero que los trabajos que se hicieron para conmemorar las efemérides de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Conferencia de Viena es una base para el desarrollo y para el involucramiento de todas las autoridades en torno a las prerrogativas de nuestra sociedad, misma que ha de participar más, conociendo y defendiendo los Derechos Humanos, porque ese es el camino para una convivencia en la paz y la concordia entre hombres y mujeres, entendiendo que todas y todos somos iguales ante la ley.