Lo que Carlos da, Slim no deja que se sepa

El empresario Carlos Slim dijo que no se sumaría al club de Buffett con sus dichos de que él prefiere crear empleos que regalar dinero.

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A medida que se actualizan los listados de los multimillonarios, como el de Bloomberg que reseñamos ayer, también se hace un acomodo de lo que los ricos del mundo hacen por sus semejantes. Es lo que algunos llaman filantropía. Inclusive hay clubs que aglutinan a este tipo de donantes. Uno de ellos, creado por Warren Buffett, es el Giving Pledge, que agrupa a 114 multimillonarios.

El club de Buffett incluye a Bill y Melinda Gates, Mark Zuckerberg (Facebook), Jorge Pérez (Related Group, bienes raíces en Florida), Sarah Blakely (Spanx, ropa interior), Paul Allen (co-fundador de Microsoft), el cineasta George Lucas, Elon Musk, Sanford Weill (Citigroup), entre otros.

Según Tara Wilkinson, editora de Wealth-X, para entrar a Giving Pledge hay que comprometerse a dar hasta la mitad de sus fortunas. Con los que se han sumado a esta organización, tomando en cuenta que a 2013 sus activos eran en conjunto de 504 mil mdd, estaríamos hablando de 252,000 mdd.
Giving Pledge es solo una forma de hacer público lo que se dona; es decir, no es un mecanismo para recolectar dinero para labores de beneficencia.

Lo que hace, dice Wilkinson, es crear conciencia de que vale la pena dar. Esto es algo que por años ha rechazado Carlos Slim, quien tiene más de una década de figurar prominentemente en los listados de los más ricos del mundo. El empresario dijo que no se sumaría al club de Buffett con sus dichos de que él prefiere crear empleos que regalar dinero y que lo que se ha dado para combatir la pobreza durante medio siglo en todo el mundo no ha servido para resolver problemas.

Matthew Bishop, editor del Economist en EU y gestor de un sitio que explora el efecto de la filantropía en el mundo, dice que los argumentos de Slim son más bien débiles pues aunque su dinero sí crea empleos y riqueza, éstos no son la panacea para los males del mundo. “Lo que aconsejamos a Slim es que se dé la oportunidad de donar”, dice Bishop. El ejemplo de un Slim volcado ya no en privad, sino en público a la filantropía (se sabe que ha donado miles y miles de pesos a lo largo de su vida empresarial), sería muy positivo para otros multimillonarios.

Si Carlos Slim se decidiera a hacer un poco más de ruido a lo que él ya de por sí da, el impacto sería enorme. 

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