Lobo entre lobos: Israel y sus vecinos
Mi reflexión de hoy no es santificar a nadie ni mucho menos villanizar a otros, pero el Medio Oriente en estos momentos se encuentra (para variar) en un momento muy crítico y sensible que puede desembocar en cualquier tipo de conflicto a mediano o corto plazo y me gustaría dar mi perspectiva de este clima de tensión desde otro ángulo.
Las relaciones internacionales son como los matrimonios, nunca hay que tomar partido a menos que oigamos las dos partes, siempre. Es como el marido que odiamos por infiel y enojón y cuando oímos toda la historia resulta que a veces el ogro es la mujer y que el pobre vive en un infierno de constantes reclamos y desatenciones o viceversa.
Israel fue fundado en medio de la confusión y del enorme éxodo de refugiados que provocó el fin de la Segunda Guerra Mundial. A pesar de que la bandera de la estrella de David se izó oficialmente por primera vez en 1948, desde años antes muchos países apoyados por capitales hebreos estaban lentamente desplazando sus refugiados judíos a esa zona que en esa época, como protectorado de Inglaterra se encontraba enormemente atrasada y dividida en regiones y controles tribales que impedían el surgimiento de una idea de unidad nacional. Esa idea fue llevada a cabo por los millones de refugiados judíos que con ahínco y tesón fundaron un estado a partir de cero y convirtieron una zona yerma y desértica en una potencia industrial y agrícola envidiable. A varios nos debería dar vergüenza que en 64 años se haya fundado desde cero una nación que fabrica hasta aviones y tecnología espacial.
Se puede negociar con tus enemigos, pero es muy difícil sentarse a una mesa de negociaciones donde lo primero que dice el de enfrente es: “no existes ni tienes derecho a existir”, no sé ustedes, pero yo me levanto de la mesa en ese instante. Vivir rodeado de gente que piensa así de uno es muy difícil y provoca agresividad y un estado de alerta perenne. En estos días se han incrementado los ataques de misiles hacia zonas pobladas de Israel desde Gaza, cosa curiosa, los de la franja siempre son los que empiezan y los monstruos son los israelíes que responden los ataques. No es un secreto que la brutalidad del ejército israelí es notoria y los abusos constantes, pero es que la mula no era arisca, han tenido dos invasiones e infinidad de ataques terroristas.
Hay un hecho incontrovertible: el Estado de Israel existe, es una nación soberana y moderna, me resulta difícil juzgar las acciones que hagan con quienes lo agreden constantemente y niegan su existencia, ninguno de nosotros está en esa situación, ni que Dios lo quiera, pero habría que ver si reaccionaríamos muy pacíficamente a algo así. La verdad, no lo creo, seamos honestos.
PS: Hay que disfrutar lo que ocurrirá el 1 de diciembre y sentirnos orgullosos, hay quienes nunca en su vida lograron ver un cambio de gobierno…