El libro se titula Locos egregios; la edición es de Arcos Vergara; la publicación fue en Barcelona en 1981; el texto forma parte de la Colección Alternativa; el autor es Juan Antonio Vallejo-Nágera.

La obra inicia con una dedicatoria: “A la memoria de mi padre y maestro…”.

Le sigue un Prólogo y Justificación, en el que se menciona: “Que, como todos los prólogos, no va a leer casi nadie”. A este comentario le sigue un epígrafe: “La cultura no es un penoso deber; es un gozoso privilegio”.

El texto termina con un apartado de Consideraciones y Epílogo, en el que se desarrollan los siguientes temas: poder político, liderazgo, carisma, patologías, ídolos, manipulación, psicología, arte.

Vayamos a la contraportada.

En ella se nos dice que leeremos un estudio psicobiográfico de personajes históricos, cuyos trastornos o particularidades influyeron en sus vidas, y a través de ellas en las de todos nosotros.

Dichos personajes históricos son: Maquiavelo, Abderramán III, Hugo van der Goes, Juana la Loca, Benvenuto Cellini, Leone Leoni, Pietro Aretino, Caravaggio, Farinelli, Caffarelli, Schikaneder, Mozart, Goya, Schumann, Listz, Van Gogh, Santiago Rusiñol, Nijinsky, Adolf Hitler, y Rudolf Hess.

El autor explica que, durante sus investigaciones, fue recabando información que se veía obligado a dejar fuera de sus publicaciones, pero cuyas temáticas le eran muy interesantes. Todo esto, aunado a una de sus premisas, le llevó a organizar el material, y ofrecerlo a los editores.

La premisa que dio sustento a su labor fue la de disfrutar de su profesión, y transmitir esa motivación a todos cuantos desearan acogerla.

El autor nos invita a disfrutar el aprender, el enseñar, el ejercer cualquier tarea, teniendo “amor a la obra bien hecha”, gozando del trabajo creador, viviendo el quehacer cotidiano con alegría.