Desde hace 14 años María Asunción Aramburuzabala tiene, entre su portafolio de negocios, una desarrolladora inmobiliaria. Ella, que era hasta hace pocas semanas una de las mayores accionistas de Grupo Modelo, es la principal accionista de Abilia (que hasta 2011 se llamaba BCBA) a través de su fondo de inversión Tresalia. 
Entre las obras más conocidas que desarrollaron están el corporativo de PWC, el Cine México y Parques Polanco en el DF. 

Pero basta con mirar de cerca el portafolio de obras que hoy en día está construyendo en el país para saber que no es una desarrolladora más, sino que se ha convertido en una de las más importantes en el segmento medio alto.

Anote todas las obras en las que Abilia está poniendo su firma en el DF: Ciudad Médica Sur (500 mil m2); un complejo de 340 departamentos Real Ocho en el norte de la ciudad; 120 departamentos de lujo en Rubén Darío 225 en Polanco; la tercera fase (ahora de viviendas para alquiler) en Parques Polanco; Cittá —un desarrollo de 750 departamento en San Jerónimo—; Bosques 6060 (320 departamentos en Desierto de los Leones); Terret Polanco —dos torres de oficinas a donde se mudará el corporativo de Nestlé— y también comenzará la obra de una torre de usos mixtos en Reforma 432 (una manzana completa frente a la glorieta de La Diana). 

Fuera de la ciudad está invirtiendo en un desarrollo de 140 departamentos frente al mar en Tijuana; un lujoso conjunto de casas en Punta Mita; un complejo de usos múltiples en Querétaro (350 mil m2); un desarrollo de mil 300 viviendas en Cancún y en una torre de 250 departamentos y locales comerciales en Guadalajara. 

“En total sumarían unos 2 millones de metros cuadrados los que estamos construyendo”, me resume Guillermo Buitano, director general de Abilia. Si hacemos un cálculo veloz, a un promedio de mil 500 dólares por metro cuadrado construido, podemos decir que la inmobiliaria de Aramburuzaba está detrás de una inversión en ladrillos de 3 mil millones de dólares en el país. 

El target al que ella apunta con todos sus desarrollos de viviendas es a partir de los 2 millones de pesos y en oficinas su apuesta es a unidades AAA. “A mediano plazo evaluaremos si participamos en el negocio de naves industriales, por ahora tenemos que concretar todo estos proyectos”, agrega Buitano, quien lleva 13 años en este lado poco conocido de las inversiones de una de las mujeres más poderosas de los negocios en México y Latinoamérica.