Los 33, suspenso bajo tierra

La cinta nos recuerda los inusitados sucesos de agosto del 2010, donde un grupo de mineros chilenos fueron rescatados luego de 69 días de padecimientos.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Apoyada en una historia real, que tuvo lugar en la ciudad de Atacama, Chile, donde 33 mineros quedaron sepultados debido a un derrumbe de la mina de oro y cobre donde trabajaban, la cineasta mexicana Patricia Riggen (La misma luna, 2007) desarrolla un relato visual lleno de tensión y emotividad, que persigue y en muchos momentos alcanza la perfección.

La cinta que nos recuerda los inusitados sucesos de agosto del 2010, donde los mineros fueron rescatados, luego de 69 días de padecimientos y frustración, conlleva una carga emocional, que aflora a lo largo de todo el filme y que se siente incluso al finalizar el filme.

Es cierto que hablamos de una película de producción hollywoodense, sin embargo, el manejo de la las crestas de tensión es tan bueno, que nos hace olvidarnos de cuando en cuando, que conocemos el final, es decir, la carne misma del relato es la convivencia social en una situación compleja, a la puerta de la muerte.

Precisamente la característica financiera, es decir, la aportación de capital estadounidense, es el principal limitante para concretar una historia redonda, pues al estar dirigida al mercado estadounidense, está hablada en inglés, lo cual le quita un tanto interés al espectador promedio que siguió la noticia en los medios de comunicación, esperando escuchar el característico acento chileno del castellano.

La música de la cinta de James Horner -recientemente acaecido- permite al espectador abrir su corazón y seguir de la mano el relato, tal como Paty Riggen lo esperaba, mostrando detalles significativos acompañados de frases intensas.

El trabajo histriónico de dos monstruos de la actuación como son Adriana Barraza y Antonio Banderas, acompañados por Bob Gunton, Coté de Pablo y Gabriel Byrne, la dan otro toque interesante al filme.

El largometraje resulta por demás entretenido y bastante recomendable para los amantes del suspenso, pero también puede ser una buena oportunidad de observar la versión de la directora mexicana del suceso chileno.

Solo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita.

Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico [email protected]

Lo más leído

skeleton





skeleton