Los chuchos y el peculado bufo

Por la forma en que todos se lavan las manos con agua bendita, cualquiera pudiera imaginar que al final la culpa de la conversión de la Línea 12 del Metro en el sistema Cutzamala será de Oceanografía.

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Para taparle la boca a los insensatos, ICA afirma que en tan solo 12 días  arreglarían todos los desperfectos que, por supuesto, ellos no ocasionaron, que todo es cuestión de voluntad política y de llegar a un acuerdo con el GDF, que, por lo pronto, ya soltó los primeros 200 millones para darle una chaineada al asunto. Igual y pudieron haber reparado todo como Fox en 15 minutos, pero los ingenieros no quisieron presumir.

De haber sabido, ya los hubiéramos mandado a Michoacán, Guerrero y Veracruz a poner orden y progreso. A Morelos no, porque ya el nada grato de Graco Ramírez inauguró el jardín contemplativo más grande del mundo (cualquier cosa que eso signifique). Allí donde los secuestradores y narcos de la zona reflexionarán sobre sus canalladas. 

De cualquier manera, por la forma en que todos se lavan las manos con agua bendita, cualquiera pudiera imaginar que al final la culpa de la conversión de la Línea 12 del Metro en el sistema Cutzamala será de Oceanografía. Luego de saber que don Amado Yáñez, otrora generoso repartidor de relojes Audemars entre su amable clientela, pambolero de ocasión, le debe hasta al Banco de la Ilusión (que ha de haber puesto más filtros que Banamex, Banorte y Citicorp para prestarle dinero a este émulo de Gastón Azcárraga), es muy probable que esté detrás del caos y desorden que medra en túneles y vagones de la llamada Línea Dorada, como los chuchos en el PRD. 

Sobre todo ahora que éstos se preparan para apañarse definitivamente al pobre partido con la candidatura del señor Navarrete, que parece sacado de El crimen del Cácaro Gumaro. Tristemente, a los perredistas que están a la baja no parece quedarles de otra que refrendar al chuchinero o inclinarse por el ingeniero Cárdenas, que no se sabe si le pudiera entregar todo su tiempo al Sol Azteca. Digo, todo indica que estará muy ocupado en la defensa de Pemex, además de apoyar a su hijo Lazarito, cuyo ex tesorero, quien fuera el mismo de Godoy en Michoacán, hizo del peculado una de las bellas artes bufas. 

Claro que si los chuchos refrendan su preponderancia sin que pueda contenerlos, no digamos la democracia sino el Ifetel, nada podrá salvar al PRD. A menos que los chuchos le hagan como el perínclito señor Cordero, que lo único que busca es “enamorar a los panistas”. O pedirle a Roberto Madrazo que los asesore como quiere hacer en Tabasco, donde fue a dar clases de moral. 

Sí, ajá. 

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