Los hijos de David Páramo, ¿a qué viene la ruindad oficial?

El Estado mexicano, más que proteger a sus jóvenes, los espía y criminaliza. Y que a eso lo llaman “inteligencia”.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Un par de veces recibí ayer información “oficial, confidencial y muy sólida” sobre las “cosas malas” que supuestamente hacían Alfredo y Diego Páramo, los hijos de David, asesinados el sábado en Chihuahua. En ambas ocasiones, mi respuesta fue la misma: “No entiendo por qué el gobierno actúa con esta ruindad”.

La información, por supuesto, tenía como único objetivo hacerme ver que el asesinato estaba asociado a malas conductas. Y que, por ende, ni en Chihuahua ni en México se asesina a jóvenes limpios.

Les dije a los emisarios que hicieran llegar mi respuesta a las autoridades: si tienen información “tan sólida”, que la difundan, que la hagan pública; si no la van a difundir, entonces que no enloden la imagen de los hermanos Páramo, que dejen de herir.

En público, las autoridades solo balbucearon lugares comunes. Quizá así deba ser. Que no busquen, entonces, a un tercero, en este caso yo (supongo que a otros periodistas les ocurrió también), para que diga lo que no se atreven a decir. Ni siquiera acepté ver la “tarjeta ejecutiva”. Si no la puedo publicar con fuente acreditada, ¿para qué la quiero? ¿Para normar criterio? ¿Para bajarle? ¿Para ayudarlos a denigrar?

Recordé tanto aquello que repite Joaquín López-Dóriga: México es el país de la doble muerte, porque a la física sobreviene la ética, la del desprestigio, la del “algo estarían haciendo para que los mataran”.

El asesinato de Alfredo y Diego Páramo me hace pensar que el Estado mexicano, más que proteger a sus jóvenes, los espía y criminaliza. Y que a eso lo llaman “inteligencia”.

Qué miseria. 

Lo más leído

skeleton





skeleton