Los incómodos reacomodos

Según datos proporcionados por el Secretario de Educación, José Alberto Alonso Ovando, más de cuatro mil docentes buscarán...

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Según datos proporcionados por el Secretario de Educación, José Alberto Alonso Ovando, más de cuatro mil docentes buscarán cambiarse de lugar de trabajo en una cifra sin precedentes en Quintana Roo, para lo cual la SEyC en alianza con los tres sindicatos magisteriales y sus líderes preparó un nuevo sistema que rompe en gran medida con los usos y costumbres del magisterio.

Y es que este asunto de los reacomodos no es nuevo, ya que año con año se realizan bajo una serie de reglas no escritas pero que todos los maestros conocen, y a través de este proceso se ocupan los espacios vacíos de las escuelas que surgen por las jubilaciones de personal docente.

Pero este año las cosas están muy turbias, y después del conflicto magisterial que incendió al estado el año pasado a inicios del ciclo escolar la desconfianza entre el magisterio está por las nubes.

Esto lo sabe muy bien Alonso Ovando, quien está aplicando las rechazadas leyes que trajo la Reforma Educativa pero con mucha cautela, temeroso de desatar una nueva andanada de protestas. Para intentar dar certidumbre al proceso decidió buscar el respaldo de Rafael González Sabido, María Luisa León Paredes y Cipriano González Zúñiga, líderes del SNTE, Siteqroo y SITEM, respectivamente.

El problema es que la estrategia no funcionó del todo porque ninguno de los tres líderes sindicales goza de credibilidad entre sus dirigidos, y de todas maneras el nuevo formato conducido por la SEQ para realizar los “reacomodos” está generando agitación en el gremio.

A José Alberto se le puede echar a perder la gelatina si se descuida, porque no se ha cansado de prometer que el nuevo formato de cambios de adscripción será más “transparente”, sin la influencia manipuladora de los sindicatos para proteger a sus allegados reservándoles los mejores lugares, pero pocos creen en la palabra del funcionario.

El problema es mayor aún si se considera que muchos docentes estarán  siendo obligados a cambiar de centro de trabajo por la Secretaría, que está cerrando grupos en escuelas con bajo alumnado y en otros casos por la conversión de escuelas de dos turnos en escuelas de tiempo completo.

Los trabajadores en estas circunstancias son los más vulnerables, porque en muchos casos pueden ser enviados a trabajar fuera de su lugar de residencia, lo que antes nunca ocurrió. Para colmo, ni el SNTE ni los otros dos sindicatos menores tienen ahora el poder para intervenir en su defensa, ya que fueron desplazados y ahora juegan en la cancha y bajo las reglas de la Secretaría.

La desconfianza es natural, pues la aplicación de la nueva normativa deja más dudas que certezas y ni las mismas autoridades educativas saben a ciencia cierta cómo funcionará el experimento.

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