El sábado 28, “en conocido hotel”, como reza el chocante lugar común en el argot reporteril (se llama El Conquistador), tuve la oportunidad de departir con miembros del  Colegio de Profesores de Educación Básica  de Yucatán, gracias a una invitación de su presidente, maestro Rafael Brito Villanueva, en un simposio cuyo tema central fue “los medios de comunicación y la educación”.

Traigo a presencia este suceso, en primer lugar, para felicitar a los docentes colegiados por su interés en los medios de comunicación y su influencia en la educación, y, en segundo, para insistir en un tema planteado en mi ponencia: la prensa, la radio, la televisión y el cine, ahora también las redes sociales, no son educadores, no es esa su función; de modo que pedirles que eduquen es igual que exigirles a los maestros que reporteen, titulen y difundan una noticia. Los medios informan, divulgan y exponen el acontecer de una sociedad.

Tarea de los padres y los maestros es educar. Decía en la ponencia que los principales factores de la educación –al menos en lo que toca a analizar los medios-  no están cumpliendo. En las asignaturas escolares no hay un apartado sobre los medios de masas, no sé de algún maestro (si lo hubiera lo felicito) que analice con sus alumnos los programas de radio y televisión y las noticias de los periódicos, menos que lo haga con las redes sociales y sus alcances para bien y para mal.