Los miedos

Nuestros temores generalmente son: a la muerte, a la pobreza, al cambio y a la incertidumbre.

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Valiente no es quien no siente miedo,  sino quien lo afronta.- Anónimo 

El miedo se maneja, nunca desaparece. El miedo nubla el pensamiento. Hay que reconocerlo y afrontarlo, actuar a pesar de sentirlo; es la única manera de que disminuya y retroceda. Démonos cuenta que cuando nos disminuimos ante alguna circunstancia o persona que tememos, ciertas sensaciones extrañas aparecen y crecen hasta llegar a dominar nuestra vida. Tenemos que expulsar estas influencias negativas para seguir viviendo y resolviendo las diversas situaciones y conflictos que se nos presentan. 

Los miedos generalmente son: 

1) Miedo a la muerte
Saber que el tiempo en este mundo no es simplemente un viaje entre dos puntos en una carretera interminable. La vida es eterna. La muerte no tiene lugar en la plenitud de la vida y quien se sostiene de la idea clara  de la vida eterna no puede morir. Es simplemente el movimiento del alma de una experiencia de vida a otra mucho mejor. Cuando uno aprende a estar como en casa en el mundo espiritual y mental, todos los miedos disminuyen y vienen la calma, la esperanza y la fe. 

2) El miedo a la pobreza
Para vivir una vida completa y exitosa hay que sentirnos ricos material y espiritualmente. Para desarrollar nuestro potencial es indispensable “una conciencia de prosperidad”. Todos tenemos algo valioso para brindar a los demás, ninguna vida es inútil. Siempre hay que cultivar una “conciencia positiva” del valor personal. Es importantísimo saber y sentirnos valios@s para alimentar la autoconfianza, el entusiasmo, la mente y la imaginación en positivo. 
Somos muy valiosos para ser pobres, para estar oprimidos, para estar desanimados y mucho menos desesperados. Al percatarnos de nuestra valía y lo que Dios nos regala, la riqueza integral encontrará un camino para llegar a nuestra puerta, le abriremos y seremos capaces de vivir en riqueza dando gracias al Creador por todo lo bueno que está creado para nosotros. 

3) Miedo al cambio y a la incertidumbre 
Algunas veces hay que perder lo que se tiene “seguro” para vivir la incertidumbre y sustituir la “seguridad” por la inseguridad. Cuántas veces para encontrar la felicidad, para estar en paz con uno mismo y con otros tenemos que arriesgarnos al cambio. El éxito está junto al coraje para tomar acciones y tener flexibilidad para cambiar  creencias y actitudes y alcanzar lo que se anhela.

¡Ánimo! hay que aprender a vivir.

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