La procuración de justicia ha sido un problema endiablado en Quintana Roo, como en todo México. Y ahora con su categoría de Fiscalía General, esta área tan delicada fue un problema político al cierre de 2016 –ya con Carlos Joaquín González en la gubernatura– porque su antecesor Roberto Borge en el ocaso de su mandato heredó a Carlos Arturo Álvarez Escalera como parte del conocido “blindaje de la impunidad”, ya convertido en agujereado impermeable. 

Carlos Joaquín entregó la Fiscalía a Miguel Ángel Pech Cen, un curtido abogado que ha recorrido las entrañas del monstruo, uno de los más despiadados e incontrolables en el organigrama estatal. Porque los vicios están muy arraigados en esa serpiente que cambió su piel de Procuraduría de Justicia del Estado a Fiscalía General, pero con el mismo ejército de ángeles caídos y arcángeles ocasionales.

Pech Cen presentó este domingo su alineación estelar, y a uno le venden la idea de que los desechados son los malos de la película vaquera, reemplazados por la Mujer Maravilla, Blue Demon y el Llanero Solitario. Estos nombramientos ocurren en el “gobierno del cambio”, y por ello la exigencia política y social es mucho mayor.

La Procuraduría dejó en el archivo muerto expedientes de alto interés, como el asesinato del regidor capitalino del PT, Marco Antonio May Molina, atacado con cuchillo a la entrada de su domicilio por un par de criminales, el 21 de marzo de 2014. 

Mientras el autor intelectual del homicidio no sea capturado, el caso seguirá impune. Porque la Procuraduría de Gaspar Armando García Torres detuvo a tres sujetos, pero estos no han aportado información para aclarar el móvil del homicidio ocurrido en Chetumal y que apunta a la cúpula del PT.

Aunque el castigo a Roberto Borge y aliados es dominante en la agenda de la Fiscalía, sus mandos clave no deben mantener en el olvido los expedientes con puntos suspensivos, como el homicidio del empresario fronterizo Ernesto Alonso de Miguel (“El Español”) y el agente ministerial Agustín Guevara Martínez, ocurridos la noche del 15 de noviembre de 2015 en el restaurante chetumaleño El Emporio, cercano al bulevar.

Agustín Guevara era agente de aprehensiones, por lo que la exigencia es doble para la Fiscalía por ser uno de los suyos…