Los riesgos del periodismo

La situación que vive actualmente el periodismo en algunas zonas del país es muy grave...

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La situación que vive actualmente el periodismo en algunas zonas del país es muy grave, ya que los altos índices de violencia que se viven en estados como Veracruz, Tamaulipas, Guerrero y Michoacán, provoca que los periodistas que investigan sobre seguridad pública sean amenazados, y esto en ocasiones puede llegar a costarles hasta la vida.

Según cifras que dio a conocer la Comisión Nacional de Derechos Humanos, desde 1999 se han abierto casi 600 casos de queja por violaciones de cualquier tipo a periodistas y, en la última década, 62 de ellos han sido asesinados. La CNDH agrega que entre el año 2000 y 2005 sólo había cuatro periodistas muertos por año, y a partir de 2006 incrementaron hasta llegar a 10.

El ejercicio de un periodismo independiente, crítico y equilibrado es un elemento esencial para la consolidación de la democracia, la participación política informada y la rendición de cuentas.

Diversos actores tanto nacionales como internacionales han denunciado las agresiones y señalado los riesgos que enfrentan periodistas, comunicadores y comunicadoras en el desempeño de su trabajo.

Si bien es responsabilidad del Estado garantizar medidas de seguridad para el ejercicio de la libertad de prensa, resulta inaplazable que las personas encargadas de las redacciones y las mesas de información, los dueños de los medios y en particular quienes ejercen la libertad de prensa, adopten medidas concretas que permitan continuar informando a la sociedad en condiciones de seguridad.

A través del registro y documentación de casos se han podido conocer la naturaleza y particularidades de las amenazas y riesgos que enfrentan quienes ejercen el periodismo en México.

Es claro que los riesgos presentes para periodistas, comunicadores y comunicadoras varían enormemente de acuerdo al contexto.

No es lo mismo realizar una investigación periodística en Bagdad que en Ciudad Juárez, Michoacán o Tamaulipas; tampoco es igual el riesgo de cubrir una manifestación política en Guerrero que en Londres.

Las situaciones de inseguridad pública, la proliferación de grupos delictivos y las mafias del poder plantean retos sustancialmente distintos a los escenarios de conflictos armados o de violencia generalizada.

El ejercicio de un periodismo ético e independiente constituye la principal herramienta para la autoprotección.

En particular, el tratamiento ético de las fuentes, la cobertura de temas relacionados con violencia desde una perspectiva respetuosa de las víctimas, así como la relación profesional y crítica de las fuentes, son elementos que definitivamente contribuyen a la prevención y mitigación de riesgos.

La protección del ejercicio periodístico parte de una visión holística y multidimensional, ya que no puede enfocarse exclusivamente en una sola herramienta.

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