Los sitios de 'El Chapo'

“El Chapo”, un tipo muy singular, respetado y temido por muchos y odiado por miles, fue detenido en Mazatlán, Sinaloa, en un edificio de condominios tal vez no muy caro y con fachada de hotel para sofocar pasiones inmediatas.

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¡Caray! El clásico capitalino de fútbol entre los flácidos zopilotes del América y los revitalizados mininos de los Pumas de la UNAM, con el portero peor vestido de la Liga MX, pero con buenos reflejos y un día de suerte extraordinaria, al ganar 3x1 a los ahijados de Toño Mohamed, fue noticia segundona desde la mañana del sábado con el “boom” de la detención del capo de capos Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.

Es más, hasta el programa de “Recicla por tu Bienestar” que promueve sin cansancio el secretario de Desarrollo Social local, Nerio Torres Arcila, quien le apuesta a mucho a esta estrategia en su futuro político, fue olvidado. El sabadito todo fue del narcotraficante, hasta ese entonces, más poderoso sobre la tierra.

Y es que 13 años después de fugarse del penal de alta seguridad donde estaba hospedado, hasta que llegó el Gobierno Federal de Vicente Fox Quesada, el ranchero cocacolero devenido en mandatario de la República Mexicana, “El Chapo”, un tipo muy singular, respetado y temido por muchos y odiado por miles, fue detenido en Mazatlán, Sinaloa, en un edificio de condominios tal vez no muy caro y con fachada de hotel para sofocar pasiones inmediatas.

No cabe duda que México es un país como no hay otro. El narco más poderoso de la tierra apañado en un sitio donde la habitación cuesta, al mes, un promedio de 13 mil varos, aunque eso no signifique que sea una suite donde acostumbran hospedarse los políticos mexicanos que viajan al extranjero con supuestos fines de diplomacia cuando, en realidad, sólo hacen turismo oficial con cargo a las carteras de los ciudadanos.

Pero, bueno, lo interesante ahora es que “El Chapo” confiese dónde estuvo escondido los recientes 13 años. A salto de mata no estuvo precisamente. En los sexenios de Vicente Fox y de Felipe Calderón, el todavía líder del cártel de Sinaloa (todavía porque no brota su relevo) prácticamente vacacionó. El guanajuatense se olvidó del narco y hasta de su famosa fuga por medio de un helicóptero, al estilo de películas gringas, mientras que el michoacano intentó detenerlo pero no se le hizo y, a cambio, se metió de lleno a las balaceras con otros integrantes del crimen organizado.

Pues le tocó a Enrique Peña Nieto la fortuna, con el “gran pitazo” de las autoridades estadounidenses, de que Guzmán Loera estaba echando la flojera en las suites mazatlecas y le cayeron los Marinos para ponerle fin a su situación migratoria, o sea, ya párale de correr. No cabe duda de que la visita de Barack Obama al Estado de México, si acaso de algunas horas, fue nada más para chismearle a Peña Nieto dónde se podía ubicar a “El Chapo”.

A cambio, el Presidente mexicano le prometió todo el petróleo que surja con la reforma energética. Todo pudo suceder en esa visita del mandatario gringo de “saludas y te vas”, porque ni quiso quedarse a comer chorizo (como él mismo dijo).

Según las hipótesis más arriesgadas, “El Chapo” estuvo en infinidad de sitios; por ello no logró ser detectado.

Algunos de los lugares son:

1 EL BARRIO DE Tepito, en la Ciudad de México, donde vendió toda clase de chácharas. Su domicilio fue la vecindad donde hace años se grabaron las películas “Lagunilla mi barrio I y II”.

2 LOS DUCTOS PETROLEROS donde también tomaba el café con el famoso terrorista Osama Bin Laden. Guzmán Loera abandonó la “lujosa cloaca” cuando se dio cuenta que su barba ya estaba igual o más crecida que la del árabe. No sea que lo fueran a confundir los Marines estadounidenses antes de tiempo.

3 LA FAMOSA QUEBRADITA del malecón de Mazatlán. Es más, dicen las malas lenguas que el narco era uno de los tantos clavadistas que, cada noche, se lanzan para ganarse unas monedas del turismo. El caso es que “El Chapo”, al sumergirse, llegaba directo a otro escondite debajo del mar.

4 LAS PLAYAS NUDISTAS más famosas de Quintana Roo donde, por supuesto, nadie sabe que hay un lote de narcotraficantes de todos los cárteles posibles. Era posible que “El Chapo” se paseara en las playas con apenas unas plantitas de mariguana tapándole su parte delantera, algo así como un moderno Adán y su respectiva Eva.
5 EL PASO “DEPRIMIDO”, en Prolongación Paseo de Montejo, era, posiblemente, uno de los tantos lugares donde el poderoso narco se escondió en los últimos años. Desgraciadamente tuvo que huir de allí porque a la menor lluvia se pasaba a ahogar. 

6 LOS CABARETES MÁS influyentes de la “Ruta Puut”, no Ruta Puuc, de Yucatán, en donde para escapar de los operativos y los retenes sólo basta con introducirse en los sótanos que, a su vez, comunicarán a los más “finos” moteles donde las parejitas se dan gusto con el “prau prau”.

7 LA VENTANILLA UNICA que tanto defiende el Ayuntamiento en una casa de por el poniente de Mérida, donde la renta de 36 mil pesos al mes era pagada, sin ningún problema, por el famoso narco. Quizá su salida y posterior detención se debió a que las autoridades quisieron aumentarle el pago. ¿Sería capaz el ayuntamiento? Pregúntenle al “Dr. Paniche”.

Amigas, amigos, ya saben: sugerencias para que “El Chapo” Guzmán no vuelva a escaparse, al menos en helicóptero, quizá en Metro (que atraviesa algún sótano del penal de “El Altiplano), enviarlas a [email protected] y/o [email protected]

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