Para ilustrar cómo se puede navegar entre lo inmediato frívolo y lo importante en las redes sociales, desde el sábado se prendió un botón de muestra en Yucatán, pues la cancelación del concierto de Luis Miguel en el Coliseo causó más revuelo en Twitter y Facebook  que los comentarios, fotos de las marchas y notas generadas por el tema Trending Topic desde hace semanas: la huelga de la Autamuady.

En cuestión de minutos se generaron cientos de memes del “sol”, aún más que los alusivos al paro laboral que comenzó el 16 de enero y hasta que las cuentas de Twitter creadas por el caso de la huelga, como @yaterminohuelga (¿Ya terminó la huelga?),  @UadyMemes (¡Huelga, Huelga!), sin contar las oficiales.

Cientos de miles de usuarios, tanto los que asistieron como los que se enteraron, formaron masivos foros de debates improvisados, en los que a través de sus expresiones y conversaciones analizaron  los rumores, razones y hasta el estado de salud mental del artista, así como las afectaciones económicas a los fans y una reflexión con un comparativo histórico de las cancelaciones en el Estado.

Interesante fenómeno, porque mientras el paro laboral impacta en 23 mil alumnos, cientos de maestros y más de 700 trabajadores de la Asociación Unica de Trabajadores Administrativos y Manuales de la Universidad Autónoma de Yucatán, la cancelación del concierto afectó directamente a más de 9 mil admiradores, pero que con el poder de las redes sociales convirtieron un concierto en tema estatal y hasta nacional, con los cientos de miles de impactos en las plataformas digitales.

Hoy veremos hacia dónde se inclinará la balanza de la atención, porque a las 10:00 horas  es la asamblea de la Autamuady en su local para votar y definir si continúa o se termina la huelga y a las 11:00 horas, en el Coliseo, los empresarios de Yucatán que contrataron el concierto de Luis Miguel darán detalles de la situación legal de la demanda y de cómo devolverán el dinero a los seguidores del artista.

Aunque la libertad por interesarse o no en algún asunto no está a discusión, no está demás ser parejos en la atención que se le pone a los temas de la agenda estatal, sea cual sea la noticia, porque es más factible estar al tanto de cuándo y dónde sucederá una marcha para evitar embotellamientos, que saber si Luis Miguel tiene problemas con el alcohol, la comida o algún estupefaciente.