Luis no la tiene fácil
Los daños causados a nuestra capital por los grandes maestros de la transa son incalculables...
Los daños causados a nuestra capital por los grandes maestros de la transa son incalculables, y han dificultado los pasos iniciales del alcalde Luis Torres Llanes, quien con la significativa ayuda del gobernador Carlos Joaquín González derrotó a un PRI echado a perder por su prolongada estancia en el poder.
No exageramos al afirmar que Chetumal y gran parte del sur son una zona arrasada por sucesivos huracanes de carne y hueso a partir del terrible período de Andrés Ruiz Morcillo, quien impulsó el negociazo de las lámparas de Leds a precios de infarto, contando con la colaboración de regidores que dejaron hacer a sus anchas al ex titular de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA).
Los efectos del huracán Andrés Florentino fueron muy duros para las finanzas del Ayuntamiento, ya que la deuda fue aumentada por sus peores enemigos, cuando Morcillo estaba a punto de abandonar la silla para ser relevado por Carlos Mario Villanueva Tenorio, cuya novatez complicó los males municipales.
El último alcalde priista, Eduardo Espinosa Abuxapqui, tuvo un comienzo prometedor y se desplazó bien en la mayor parte de su trienio, pero las andanzas de su consentido Jorge Aguilar Cheluja –secretario general de triste memoria– mancharon su administración que quedó fuera de combate cuando Abuxapqui se desinfló, noqueado cuando disputó la candidatura a la grande.
Ruiz Morcillo, Carlos Mario Villanueva y Abuxapqui dañaron en mayor o menor grado a un municipio que lucha por recuperarse, ya que las justas demandas sociales se acumulan y están ahí cuando usted va al trabajo o recorre la ciudad con la familia. Basta con cuantificar los baches que manchan la imagen de esta capital tan maltratada por priistas no precisamente pobretones, ya que la especialidad de la casa es su sorprendente capacidad para succionar millones de las arcas.
Los electores depositaron en el basurero a los priistas en gran parte de los frentes de batalla, comenzando por la gubernatura e incluyendo municipios fieles a ese partido por tanto tiempo, perdonando sus abusos tiro por viaje. Hasta que la paciencia se les agotó.
Luis Torres Llanes no la tiene fácil, porque el Ayuntamiento fue muy dañado por alcaldes que traicionaron a su pueblo, desaprovechando la valiosa oportunidad de servirnos. El alcalde y su equipo tienen mucha presión en todas las líneas, y tendremos que evaluar su desempeño y primeros resultados significativos.