Luis Torres no reacciona

Cerca de cumplir cinco meses en la silla, el alcalde capitalino Luis Torres Llanes tiene las manos vacías...

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Cerca de cumplir cinco meses en la silla, el alcalde capitalino Luis Torres Llanes tiene las manos vacías en resultados contundentes, y ha sido muy tibio en su ofensiva contra quienes succionaron el dinero de las arcas –según el discurso predominante–, concretamente el ex alcalde Eduardo Espinosa Abuxapqui y su consentido Jorge Aguilar Cheluja, quien se desempeñó como Secretario General del damnificado Ayuntamiento.

Nuestro alcalde se niega a comprender que su ascenso fue provocado por una exigencia ciudadana que se manifestó con rabia en la pasada elección, dando al priismo un puntapié para castigar su adicción al latrocinio, comenzando por la gubernatura. Y de este efecto avalancha fue beneficiado el repentino ex priista Luis Torres, quien ha desperdiciado estos meses en eventitos indignos de su investidura, precipitando las decepciones de quienes confiaron en sus promesas. 

En campaña, Torres Llanes prometió atender las demandas más sentidas de la población, entre estas la imagen urbana y la excesiva cantidad de baches, mal crónico que tiene a las calles y avenidas de esta capital convertidas en caminos lunares, por aquello de los cráteres.

Pero a casi cinco meses de haber tomado las riendas del municipio, el alcalde chetumaleño se olvidó de su promesa de campaña y sólo mandó rellenar con gravilla y chapopote unos cuantos baches en ciertas calles, que no representan ni el cinco por ciento de los que hay en nuestra dañada ciudad.

Según datos de Transparencia entregados por el propio municipio, en estos primeros meses Luis Torres ha ejercido unos 70 millones de pesos para obra pública, de los cuales solo siete millones fueron destinados para la atención de los baches.

Para colmo de males, las empresas contratadas por el municipio realizaron un pésimo trabajo, pues muchos de los baches cubiertos quedaron expuestos otra vez con las pocas lluvias presentes en este lapso. Un ejemplo de este dinero mal invertido se puede ver en la esquina de las avenidas Antonio Plaza y Roma, frente al Parque Ecológico, donde un peligroso conjunto de baches que fue reparado hace un par de meses renació casi de inmediato.

Además de los baches, la inseguridad en Chetumal –otra promesa de campaña en el olvido– sigue en aumento; las estadísticas de asaltos en la vía pública y robos a casa habitación no han disminuido ni un milímetro, obligando a los capitalinos a pagar, además de sus impuestos, dinero extra para proteger sus hogares y colonias. Al menos unos diez fraccionamientos de la capital ya han contratado seguridad privada, ante la ineficiencia de las corporaciones policiacas. 

El transporte público es otro de los grandes pendientes de un alcalde que no mete mano en un tema de extrema urgencia para miles de familias que exigen resultados, no eventitos por montones.

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