Madero al rescate. El PAN y la corrupción
Nadie espera que alguien no sea corrupto solo porque pertenece a uno u otro partido, no. Lo que haría diferencia es la reacción del partido. No han podido. Ninguno.
Ayer el Partido Acción Nacional, en voz de su presidente, salió a la defensa del más reciente panista en apuros por una probable transa.
“Acción Nacional respalda al gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, ante la contingencia ambiental por contaminación en los ríos Sonora y Bacanuchi y las diferencias que han surgido entre éste y los funcionarios federales”, afirmó Gustavo Madero, presidente nacional del partido.
“En el PAN preocupan las expresiones de dureza de algunos funcionarios en el gobierno federal, pero también damos la bienvenida al diálogo y a la colaboración entre los gobiernos federal y de Sonora, para atender a los habitantes de la zona contaminada”, afirmó Madero.
El líder panista terminó demandando “respeto a la soberanía de los estados”.
No se aclaraba en el comunicado si tal soberanía se entiende en el PAN como el derecho a hacerse una presa en un rancho propiedad del gobernador.
Madero no hizo un solo comentario sobre el asunto que en verdad ha detonado esta minicrisis y fue la furiosa reacción de Padrés ante la revelación en Punto de partida de su presa particular que incluía comentarios de delegados federales.
Parece mentira que desde que se hizo gobierno, el PAN no ha sabido lidiar con los asuntos de corrupción entre sus militantes convertidos en funcionarios. El partido que logró la alternancia en Los Pinos no ha tenido una respuesta diferente a los hechos de corrupción que los priistas.
Nadie espera que alguien no sea corrupto solo porque pertenece a uno u otro partido, no. Lo que haría diferencia es la reacción del partido. No han podido. Ninguno.
Vicente Fox nunca nos entregó peces grandes ni chicos, recuerdo el silencio absoluto del calderonismo frente al inalcanzable departamento de César Nava o la familia de Larrazabal. Ahora a Villarreal le salió más caro bailar con Montana que sus componendas familiares con los casinos de Guanajuato y todos le aplaudieron en la última plenaria.
En fin. Que el partido que por años, desde la oposición, fue el feroz crítico de la impunidad de los corruptos no ha sabido actuar de otra manera.
Esa es, tal vez, su mayor fracaso de los 12 años en el gobierno. Que no supieron imaginar, proponer y ejecutar una nueva estrategia convertida en política pública que atacara el problema que en el país todo lo carcome.
La defensa de ayer de Madero es solo un botón más en la amplísima muestra de tal fracaso.