Resultan más que alarmantes las declaraciones del secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en Quintana Roo, Rafael González Sabido, de que docentes de Puebla y Michoacán se han infiltrado en la organización magisterial para generar un clima de inestabilidad en nuestro estado.

De ser verdad, los quintanarroenses tienen motivos suficientes para estar preocupados, puesto que los maestros de Michoacán han ocupado los titulares en los últimos días, no por demostrar excelencia académica, sino por tomar carreteras, secuestrar vehículos, incendiar sedes partidistas y tomar planteles escolares.

Precisamente hoy en esa entidad se cumple la tercera semana de paro de labores, el cual afecta a un 26 por ciento del total de su matrícula escolar, lo que significa más de 265 mil alumnos sin clases y cerca de 14 mil profesores en paro, todo por no estar contentos con la dichosa reforma educativa.

La escalada de violencia en esa entidad federativa no tiene freno. Los mexicanos no olvidan aquel granadazo en Morelia, Michoacán, un 15 de septiembre del 2008, en el que la población civil fue el blanco de ataques terroristas, el primero en la historia de México.

Recientemente, grandes empresas como Saba y Danone, han abandonado tierras michoacanas llevándose consigo sus grandes inversiones y fuentes de empleo; el motivo: el ataque de la delincuencia organizada hacia empresas como Sabritas, incendiando 40 vehículos; y la lucha entre grupos delictivos que incluso han propiciado la creación policías comunitarias, etcétera. 

En Quintana Roo no queremos nada de eso, ya que los quintanarroenses no nos caracterizamos por protagonizar marchas, plantones o manifestaciones, y menos con el uso de la violencia; por el contario, aquí la paz social es la constante y el diálogo prevalece por encima de las diferencias y desacuerdos en opiniones

El líder de la Sección 25 del SNTE en el estado, Rafael González Sabido, dijo que durante el desfile por el Día del Trabajo en Chetumal se confirmó la presencia de desestabilizadores procedentes de otras entidades del país, mismos que desde un par de semanas antes ya habían sembrado cierta inconformidad entre los profesores.

Lamentablemente, hay que decirlo así, la violencia en Michoacán se ve reflejada incluso en los maestros, que son los que se supone deberían formar a los niños, quienes a su vez se convertirán en un futuro próximo en los miembros de la sociedad.

La solución está en manos del propio Sindicato de Maestros; nadie más que ellos puede poner un alto a la intromisión de agitadores foráneos, puesto que el SNTE, en teoría, debería tener un padrón de maestros en cada estado, y con ello evitar que se altere la armonía en estados como el nuestro, donde todavía se puede hablar de paz.

Fiel a su tradición, el PRD llevó a cabo este fin de semana la elección de sus candidatos en medio de jaloneos y sombrerazos entre los miembros de sus tribus.

La designación de Graciela Saldaña Frayre como la abanderada de la planilla perredista a la presidencia municipal de Benito Juárez fue el detonante para todo tipo de descalificaciones por parte del consejero del PRD José Antonio Rueda, y del perredista Raúl Arjona, quienes denunciaron las irregularidades que presenciaron en la sesión. 

“Fue un proceso turbio”, arremetió Arjona, al tiempo que Antonio Rueda acusaba presión, jaloneos, boletas marcadas, coacción del voto y amenazas de despido por parte del actual alcalde benitojuarense, Julián Ricalde Magaña, y María Eugenia Córdova, con tal de que saliera victoriosa Graciela, “gallo” de Ricalde.

Aunque fue demolida la coalición PAN-PRD, los del PRD ya decidieron a sus abanderados, aunque como siempre, en medio de un proceso que acabará por resolverse en los tribunales, en donde el PRD es cliente preferente y ya muy conocido por impugnar todo.