¿Más de lo mismo con el Congreso?

Junto con 10 presidentes municipales, este domingo serán elegidos 25 diputados: 15 de mayoría relativa que hicieron campaña en su distrito y otros 10 privilegiados plurinominales...

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Junto con 10 presidentes municipales, este domingo serán elegidos 25 diputados: 15 de mayoría relativa que hicieron campaña en su distrito y otros 10 privilegiados plurinominales, número excesivo a estas alturas porque no están representando precisamente minorías, ya que son posiciones obsequiadas a los partidos para que incorporen a las figuras de su interés, siendo en muchos casos los mismos dirigentes los afortunados.

Si se trata de plantear una petición, sería interesante que se considere la posibilidad de dar un golpe de timón en el Poder Legislativo, para que se frene esa tendencia a preservar un estado que descalifica a los diputados, apartándolos de la tarea de legislar y lanzándolos en el otro proceso como pescadores de posiciones, sobre todo alcaldías.

En este proceso unos 19 diputados solicitaron licencia, y algunos retornaron con las manos vacías. Otros retornarán si los electores abrazan otra opción. Esto ocurre cada tres años porque los diputados no hacen un compromiso con sus electores, quedando excluidos los 10 plurinominales porque no rinden cuentas a la sociedad.

Y aquí todos los partidos están cortados con la misma tijera. Incluso, algunas bancadas quedan con suplentes sin excepción, afectando la efectividad de esa fuerza política que queda muy disminuida, casi fantasmal. Siempre pesan mucho más sus prioridades de índole personal, aunque siempre juran que recibieron un llamado de su amado pueblo.

Es prácticamente imposible que los 25 futuros diputados concluyan con sus encomiendas, ya que no menos de 19 estarán de nuevo abandonando su curul cuando se perfile en el horizonte el próximo proceso. De hecho, algunos traen su licencia bajo el brazo y no asumieron compromisos de permanencia en sus posiciones porque saben su juego.

Lo grave de estos retiros masivos es que los relevos llegan desorientados y sin la menor noción de las tareas que deben desempeñar, ya que quienes tienen algunas nociones están enfrascados en su batalla electoral, aplicándose ahora al máximo. 

De entrada, los próximos diputados deben asumir el compromiso de legislar, sin concentrarse en la presentación de puntos de acuerdo regularmente intrascendentes. Conviene destacar que algunos han sido diputados en dos ocasiones, y en este proceso al menos uno de ellos se enfila de nuevo como diputado por la vía plurinominal, eludiendo sabiamente a los electores.

Pretender aterrizar en el Congreso para preservar ese deficiente estado de cosas sería imperdonable, tomando en cuenta que el Poder Legislativo digiere un presupuesto bastante suculento.

No, no hay la menor excusa para defraudar a Quintana Roo. Estamos a tan sólo 48 horas de la esperada cita con las urnas.

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