El Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) recuerda a la población el acuerdo de veda electoral previo a los comicios del domingo 7 de junio. 

Habrá que elogiar la preclara convicción de los iluminados funcionarios del INE que han decidido −unilateralmente− que los pobladores requerimos fomentar la libre reflexión de las propuestas expuestas por los aspirantes a la presidencia municipal, diputados federales y locales. 

Para tan colosal encomienda –sólo comparable con los doce trabajos de Hércules− y determinar los elementos de juicio para votar por la oferta de su agrado, se hace fundamental aprovechar al máximo el tiempo de recogimiento cívico. Algo así como la obligación de preparar concienzudamente un examen. 

Una encuesta de la empresa “Límite Informativo”, realizada a personalidades con probada enjundia en estas lides, ofrece una serie de recomendaciones, indispensables para que los votantes empleen adecuadamente la vigilia del 4 al 7 de junio:

1. Proveerse, con anticipación, de suficiente trago, refrescos, cigarros, cervezas y botana. No existe ningún argumento que justifique padecer por la falta de tales alicientes. Si bien se advierte no exceder el consumo, se considera imperdonable que el “síndrome de abstinencia” nuble el entendimiento, haciéndole dudar a la hora de marcar la boleta.

2. Refugiarse esos días en un lugar adecuado. Entre los espacios sugeridos, recomiendan su recámara o sala de TV. Mejor con aire acondicionado encendido y cortinas cerradas, en apacible penumbra.

3. Bajo ningún motivo o razón acudir al trabajo.

4. Solicitar la colaboración de conocidos y familiares, evitando ser interrumpido innecesariamente. Esto último no aplica para los verdaderos amigos.

5. Dormir, dormir y dormir. Es imprescindible llegar descansado al día de la elección.

6. Usar sombrero, bloqueador y manga larga. Nadie sabe qué temperatura lo espera al momento de hacer fila en la casilla. Evite sufragar a la hora de más calor.

A estas acertadas aseveraciones podrá agregar aquellas que le permitan solaz y calma. No se preocupe: siempre habrá tiempo para congraciarse posteriormente con los parientes, su patrón y compañeros de dominó. 

Con la convicción de un entendimiento cabal de los ofrecimientos, podrá reclamar al ganador que cumpla lo prometido.

 ¡Vaya biem!