Mauricio Góngora es el bueno
Será el candidato del PRI a la gubernatura de Quintana Roo...
Mauricio Góngora Escalante será el candidato del PRI a la gubernatura de Quintana Roo. El anuncio se propagó ayer por la tarde, inundando todos los espacios donde se respira y bebe política. Fue así como la noticia tan esperada fulminó la incertidumbre de innumerables quintanarroenses, independientemente de su filiación partidista.
El alcalde de Solidaridad será candidato de la coalición encabezada por el Tricolor y de la que forman parte el Verde Ecologista y Nueva Alianza. Se trata de un político con presencia estatal y mucho oficio que salió triunfante en el complicadísimo proceso interno de selección de candidato. Mauricio Góngora superó a José Luis Toledo Medina, Paul Carrillo de Cáceres, Eduardo Espinosa Abuxapqui, Raymundo King de la Rosa, Gabriel Mendicuti Loría y Cora Amalia Castilla Madrid.
Ahora se dibuja en su horizonte otra prueba igual de compleja cuando ocurra el choque en las campañas en toda forma, rumbo al encuentro culminante con las urnas el próximo cinco de junio.
La travesía del galeón tricolor para seleccionar a su candidato a la gubernatura fue el drama estirado al máximo, con fuertes vientos, falsos avistamientos de tierra firme, deserciones en la cubierta y jaloneos en las entrañas de la nave sacudida por la tormenta partidista más intensa de todos los tiempos.
El gobernador Roberto Borge mantuvo el timón en el mar embravecido, interviniendo en un proceso que tomó en sus manos la cúpula de su partido encabezada por el ex gobernador sonorense Manlio Fabio Beltrones, quien tiene la consigna presidencial de conservar y recuperar el máximo de gubernaturas en juego, ya que de este balance depende la permanencia del PRI en Los Pinos.
El anuncio del candidato fue precedido por el movimiento oscilatorio en el Ayuntamiento capitalino, cuyo alcalde Eduardo Espinosa Abuxapqui pidió licencia, dejando en su lugar a Marina González Zihel, ex directora del Hospital Materno Infantil Morelos.
Previamente, el Secretario de Gobierno, Gabriel Mendicuti Loría, soltó amarras y renunció al manejo de la política interna. Carlos Cardín Ruiz –hijo del ex alcalde de Cancún, Carlos Cardín Pérez – quedó encargado del despacho.
Destapado el candidato del PRI, sus principales figuras tendrán que dar vuelta a la página para cerrar filas por una cuestión de supervivencia del numeroso clan, ya que enfrentarán una prueba muy complicada que no debe ser respondida con excesos de confianza y tibieza, sino con artillería lanzada quirúrgicamente en cada frente de batalla, de sur a norte.
Porque cada candidato juega en serio, concretamente Carlos Joaquín González (PAN-PRD) y José Luis Pech Várguez, de Morena. La evolución inicial de las próximas campañas permitirá definir la toxicidad viperina de cada candidato, porque cada retador asegura que es el rival a vencer, el primero por ser cobijado por la mezcla de membretes de azules y amarillos, y el segundo por ser el gallo moreno del partido concebido por Andrés Manuel López Obrador a su “imagen y semejanza”.
El candidato del PRI a la gubernatura es el tema que domina porque su nombre fue aguardado por Quintana Roo como un solo ser, castigando la curiosidad de miles que esperaron el nombre del afortunado como si se tratase de la noticia de sus vidas. Y sin identidad el combatiente enmascarado fue perseguido en las veredas de insomnio de priistas cuyo futuro acaudalado depende de tres sílabas que pueden obsequiar el oasis de Las mil y una noches y la conquista del Everest, o el boleto al cuchitril lleno de pulgas en el arrabal más pestilente.
Los priistas han ganado las siete batallas supremas, plácidamente como Jesús Martínez Ross, Pedro Joaquín Coldwell, Miguel Borge Martín, Mario Villanueva Madrid y Roberto Borge Angulo, y con severas dificultades como Joaquín Hendricks Díaz y Félix González Canto, quienes tuvieron que lidiar con Gastón Alegre López y Juan Ignacio “Chacho” García Zalvidea en 1999 y 2005.
Ya está lista la cartelera, con tres candidatos muy interesantes que proceden de un tronco común: el PRI, un partido que ha sido la universidad de no menos de 30 políticos que han desarrollado carreras interesantes en otros ejércitos menos vencedores, como Convergencia, PAN y PRD.
Los revolucionarios tricolores no deben aguardar un retiro monástico en este proceso electoral, porque si bien han ganado las siete guerras en fila, en otros flancos la oposición les ha arrebatado posiciones muy suculentas. Recordemos lo ocurrido en 2005, cuando al gobernador Joaquín Hendricks se le hizo muy fácil vestir de candidatos a diputados por el sur a su compadre Moisés Pacheco Briceño, a su prepotente ex secretaria de Educación, Cecilia Loría Marín, y al profesor Arturo Fernández Martínez, desplumados por Juan Carlos Pallares Bueno, David Alvarez Cervera y Mario Rivero Leal, de la coalición PAN-Convergencia que tuvo vida de mariposa común.
El PRI perdió tantos distritos que estaba a punto de ceder la Presidencia de la Gran Comisión del Congreso, pero finalmente con los votos del disciplinado PAN pudo arrebatarle al PRD la presa, cediendo la posición a Manuel Valencia Cardín (Convergencia).
Y Félix González Canto como candidato del PRI a la gubernatura tuvo que aplicarse al máximo para doblegar al “Chacho” García Zalvidea.
En 2010 el gobernador Roberto Borge se instaló cómodamente en la gubernatura, pero su partido fue derrotado en cinco de nueve municipios: Cancún, Isla Mujeres, Lázaro Cárdenas, José María Morelos y Felipe Carrillo Puerto.
Luis Alamilla a la diputación
Firme en su posición está Luis Alamilla Villanueva como futuro candidato a diputado por un distrito de Chetumal, postulado en breve por la coalición encabezada por el PRI. El dirigente municipal de la asociación política Fuerza Social por Quintana Roo tiene mucho camino recorrido y cuenta con muy buena imagen.
Su mayor mérito: no lucrar con el apellido Villanueva para abrirse paso en la política, ya que ha respondido satisfactoriamente donde ha sido instalado, al calor del ex gobernador Félix González Canto y Roberto Borge Angulo.
Luis Alamilla tiene luz propia y tiene todo para crecer en un sur sediento de liderazgos.