La información al instante, gracias a internet. La noticia se enriquece con imágenes de aspectos específicos y los comentarios de internautas que opinan, de inmediato, en los diferentes aspectos de la crónica. Sin duda una manera moderna de estar al momento de lo acontecido, y preparar, si es el caso, una sabrosa controversia a la hora de la cena con la familia. 

Normalmente se abre una competencia informática serena, aunque en ocasiones sube de tono si el “mejor informado”, evidenciando su superioridad ante los demás, utiliza vídeos de aficionados que dejan a la posteridad su aportación. Es posible entonces conocer las “leidis” de Polanco, la  insufrible actitud del funcionario y su diatriba en el aeropuerto, o la terrible apología al desentendimiento del “Señor Fua”. 

Se habla poco del tiempo que se  invierte en conocer a detalle los sucesos que se vierten minuto a minuto y la destreza que obliga al informador a subir de manera inmediata las notas al Facebook o las diferentes redes sociales. 

Haciendo un ejercicio a priori, se antoja que se pierden más horas hombre por esta inquietud de conocimiento de cosas que por lo general no sirven para nada, que las invertidas en el tráfico citadino o a la entrada y salida de las escuelas.

Por eso, sigo convencido de la sana lectura del periódico, que ofrece la oportunidad de estar al día sin tanto detalle. Personalmente puedo revisar en veinte minutos lo que es de mi especial interés. 

Los diarios son portables, y las diferentes secciones permiten  independizar la informacion, permitiendo a varias personas atender la nota local, internacional o de cultura, dejando, como antaño, los muñequitos de los domingos para los chiquitos.

Recomiendo la practicidad de la información impresa, dejando para después la consulta de los medios electrónicos. Haga sus cuentas y decida con los elementos de juicio a la mano, que le conviene más. 

Se llevará una sorpresa, su jefe le agradecerá aprovechar el tiempo en el trabajo y la familia disfrutar de su compañía, con el agravante que mañana habrá otra cantidad importante de notas, distractoras de tiempo. 

Por último, se recomienda la prudencia con los demás, dejando ser a los derrochadores de vida los cronistas protagónicos del acontecer cotidiano, con sus terribles testimonios…  Vaya biem.