Con el fallecimiento de un joven ahogado el domingo en el Muelle de Chicxulub, según la comisaria Patricia Medina Flores, suman ya  cuatro los decesos en este sitio en tres años. Y a pesar de lo trágico del asunto, más triste es que no se hayan tomado medidas para evitar más tragedias.  

Para esto bien se podría preparar con los propios pescadores, que son los que han tomado cursos de sobrevivencia, una brigada de rescate, que perciba alguna remuneración a cambio de tener el compromiso de estar presente en el lugar tanto para persuadir a los jóvenes que sin medir el peligro intenten tirarse clavados como en caso necesario intervenir. 

La capacitación podría estar a cargo de elementos de la brigada de rescate acuático de la Cruz Roja o de la Armada de México y los recursos podrían obtenerse de algún programa, como los  de empleo temporal  o de alguna bolsa que para ello destine la dirección de recaudación fiscal, mercados y turismo, que es la que recibe todos los recursos económicos que se obtienen durante este tiempo de vacaciones.

Esto es muy importante, ya que si Progreso quiere despuntar como destino turístico, no se deben dejar en el olvido este tipo de acciones de prevención. NO esperemos a que se diga que tuvo que morir el niño para que se tapara el pozo…