Ayer, mi compañero León Krauze le preguntó al presidente Enrique Peña Nieto qué pensaba de la posibilidad de extraditar a Joaquín Guzmán a Estados Unidos. Esto le dijo el Presidente: 

“Yo creo que (se va a quedar) aquí, este es un delincuente que tiene que enfrentar a la justicia mexicana, tiene que enfrentar procesos que ahora la Procuraduría General de la República ha iniciado e, insisto, esto no riñe con que eventualmente y en algún momento, difícil determinarlo ahora, puede ser extraditado para seguir los procesos por los que se le inculpan. Por ahora que siga los procesos que eventualmente tiene ante la justicia mexicana”.

También ayer, nos enteramos de lo siguiente: “un juez federal dictó sentencia absolutoria contra el ex coordinador general técnico de la extinta Siedo, Miguel Colorado González, quien fue acusado de brindar protección al cártel de los Beltrán Leyva, imputaciones que realizaron en su contra nueve testigos protegidos.

Junto con él fue exonerado el ex agente del Ministerio Público Antonio Mejía Robles, a quien se le señaló públicamente de haber favorecido la red de corrupción al interior de la Siedo, junto con Colorado González, en un anuncio público que realizó la entonces titular de la Siedo, Marisela Morales Ibáñez y el entonces procurador de la República, Eduardo Medina Mora”.

Estas sentencias terminan por derrumbar la más importante operación del gobierno de Felipe Calderón contra el narcotráfico y sus relaciones con los más altos funcionarios encargados de la impartición de justicia. Operación Limpieza le llamaron. 

Si todo fue un invento de la PGR contra sus propios funcionarios, qué horror. Si no fue un invento y solo fueron incapaces de armar y demostrar el caso frente al juez, qué desastre. Si el juez los exoneró por corrupción, pues ni cómo hacerle.

Reitero: esta es la operación narco/anticorrupción más importante del sexenio. La encabezó Marisela Morales, ex jefa de la Siedo (después de encarcelar a sus jefes), ex procuradora general de la República. Cónsul en Milán.

Entiendo las razones del Presidente para no extraditar a El Chapo. Pero lo invito a que lo reflexione. La PGR no parece lista aún para encarcelar a nadie. 

No vaya a ser.