El 2013 sigue sumando ítems para quedarse con el título de uno de los años más tibios de los últimos tiempos. 
“Cerraremos con un nivel de contrataciones muy conservador. Estimamos que se generarán entre 400 y 420 mil empleos formales en total, pero esto no es suficiente, porque necesitamos un millón de nuevos empleos al año”, afirma Mónica Flores Barragán, directora general para Latinoamérica de ManpowerGroup. Su consultora acaba de liberar los datos de la Encuesta de Expectativas de Empleo, una investigación que repite cada trimestre entrevistando a cerca de 5 mil empleadores nacionales.

Según este relevamiento, solo 23% de los empresarios espera aumentar el número de empleados, 9% reducirá su plantilla y 68% no prevé cambios. “Las expectativas de empleo se debilitan en cada una de las regiones y sectores del país”, agregó Flores. 

Casi las mismas cifras presentó hace dos semanas el Banco Merrill Lynch, que augura para este año un total de 400 mil puestos nuevos y 600 mil para 2014. Según el mismo informe, en los primeros 7 meses de este año se habían creado un 35% menos de empleos que en el mismo lapso de 2012. 

Los signos positivos que revela la encuesta de Manpower (los sectores que dentro de la medianía tienen un poco más de perspectiva positiva) son la manufactura y los servicios, mientras que minería, comercio, agricultura y pesca son los que presentan menos oportunidades de nuevos puestos. 

¿Qué pesa más a la hora de una futura contratación: la economía o el ruido de las futuras reformas?, le pregunté a Mónica Flores y fue contundente: “Influye de manera importante el entorno macroeconómico por el que está atravesando el país, con expectativas de crecimiento ajustadas a la baja. La decisión de abrir una vacante no depende de una reforma o un decreto, sino de las expectativas de crecimiento de un negocio”. 

Solo para poner en contexto, según las encuestas históricas de Manpower, los datos que se esperan en generación de nuevos puestos de trabajo para este último trimestre del año son casi los mismos que había para el último trimestre del fatídico 2008. 

“La buena noticia de este año es que estamos viendo un panorama de destrucción de empleo”, agrega Flores.
Al menos una de cal entre tantas de arena.