Dicen: “La cultura se adquiere, la educación se mama”. Qué ha pasado con nuestro prestigio yucateco de ser atentos, serviciales, honestos, bien educados etc.?...    también dicen: “Todo cambia”.

Somos una población cada vez más culta e informada, pero menos educada.  Hemos  equivocado el rumbo, al grado de prepararnos para enfrentarnos a  las cosas indeseables en lugar de cambiarlas, como si de la confrontación pudiéramos obtener buenos resultados, y sabemos que no. 

Por las redes sociales nos pasan abundante información para protegernos de las cada vez más variadas y sofisticadas formas de actuar de la delincuencia, cuando lo que debemos de hacer es dirigirnos a ellos y educarlos… Pero cómo, si el sistema de gobierno está corrompido y decadente en cuanto a una sociedad decente y ejemplar se refiere.

Escudos para protegernos en vez de ejemplos para convencer.

Si un político de posición importante, como un diputado federal o un senador de la República, reconociera cuando ha cometido un error y voluntariamente renunciara a su fuero para enfrentarse a las consecuencias  de la situación a  que se hizo merecedor, aceptara la penalidad y saliera con nuevos bríos para continuar su carrera política, tendría incondicionalmente  mi voto y el de muchas personas para el puesto de elección a que se postule.

Si lo anterior hace reír a muchas personas porque piensan que creo en utopías, entonces les aseguro que estamos viviendo las últimas utopías de la humanidad.

Entre otras cosas se multa al conductor que transite con un menor en el asiento delantero y me parece bien… pero se permite transitar a un motociclista con tres pasajeros, dos de ellos menores. Me pregunto si la seguridad de unos niños es más importante que la de otros. ¿Y quién les señala a los conductores de pick-ups que circulan por el periférico con 8 ó 10 personas la imprudencia que cometen?