Durante los últimos años el crecimiento de la ciudad de Mérida se ha caracterizado, no sólo por el aumento de su población, sino particularmente por su patrón de expansión física que no ocurre bajo criterios asociados con la sostenibilidad y la preservación del medio ambiente; nadie duda de que la dinámica de expansión de nuestra ciudad ha seguido un patrón de crecimiento horizontal sin un diseño previo de la infraestructura vial y de servicios deterninante para satisfacer las necesidades de los nuevos pobladores, crecimiento que ha afectado el medio ambiente por la ocupación de zonas que debieron conservarse como pulmones urbanos por su potencial arbóreo. 

Más allá de la problemática asociada con este patrón de expansión, es necesario explorar alternativas que permitan, con la racionalidad necesaria, recuperar el equilibrio ambiental a partir del adecuado manejo y ampliación de la vegetación urbana; así podremos devolver a la ciudad el aprovechamiento de los servicios ambientales que los árboles propios de nuestro medio ofrecen y, de manera paralela, mejorar el clima y el paisaje urbano de la ciudad.

Los servicios ambientales de los árboles son todos esos beneficios intangibles que ponen a disposición de la sociedad de manera natural, que, además de influir directamente en el mejoramiento de las condiciones ambientales, generan beneficios y bienestar para las personas que habitan la ciudad.

En torno a la función ambiental de los árboles es importante señalar que, como resultado del crecimiento urbano que arrasa con la vegetación, las condiciones del suelo se modifican provocando ausencia de nutrientes, lo que afecta el crecimiento de la vegetación, cuya ausencia tiene efectos en la calidad del aire al incrementarse los niveles de bióxido de carbono en perjuicio de la salud, porque, ante la falta de vegetación, disminuyen los niveles de captura de carbono, producido por el uso del número excesivo de automóviles, y la generación de oxígeno. 

Captura de carbono, regulación de la temperatura, generación de oxígeno,  protección y recuperación de suelos, barrera contra ruidos, biodiversidad, paisaje, recreación y convivencia, son algunos de los servicios de los árboles que cada día vemos disminuir.