Método milagroso para bajar de peso

La verdadera fórmula es asignar incentivos lo suficientemente poderosos para orillarnos a lograr nuestros propósitos.

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Basta revisar las estadísticas de obesidad en este país para inferir que el propósito que más mexicanos fracasarán en cumplir es el de bajar de peso. 

Para cuando la mayoría se rinda sólo habrán logrado bajar lo que subieron en las fiestas decembrinas.

Probablemente ya ni se desgastan proponiéndoselo.

Sin embargo, ¡sonría! Tengo un método sorprendente e infalible que lo llevará a una radical pérdida de peso sin rebotes.

Nada parecido a dietas de la Luna o de los Asteriscos, no se trata de láser ni masajes, ni acupuntura ni carnitina, muy lejos de cremas o pastillas falsas; o esos productos y máquinas milagrosas. Esto no es un engaño más.

Un método tan efectivo que el único inconveniente es que se verá obligado a renovar su guardarropa.

Primero debe programar cuántos kilos mensuales desea perder y su objetivo final.

Luego debe contratarme.

Y, si no baja de peso, cumpliendo lo propuesto, lo asesinaré a usted y a toda su familia.

Puede consultar el método completo en “Basta, S.A.”, de Stephen King. Le aseguro que no encontrará a ningún cliente insatisfecho.

Salvar su vida y proteger a su familia seguramente lo motivará.

Y ahí está el secreto. La verdadera fórmula es asignar incentivos lo suficientemente poderosos para orillarnos a lograr nuestros propósitos. En lugar de milagros, crea en ganancias y pérdidas.

Muchos se comen una uva pensando en este propósito:

Ir al gimnasio.

Eso es ridículo. Un propósito funcional debe ser específico e incluir un incentivo: “Bajar 5 kilos al mes” podría estar acompañado de un precio elevado por cada gramo que no se consiga bajar. ¿A quién pagarle ese dinero? A beneficencia, a tu pareja, a quién sea. Pero tiene que sufrir, si el dinero no te mueve… ¿acaso que te prohíban el fútbol o que te castiguen en la intimidad? Todos tenemos debilidades.  Si no logra bajar de peso con incentivos es, seguramente, porque no estuvieron bien diseñados.

Personalmente siempre he estado confundido respecto al ejercicio, tengo una alimentación que me permite estar en el peso adecuado y la monotonía de los gimnasios me quita las ganas de vivir. No encontraba los incentivos hasta que leí un libro de neurociencia llamado “12 Brain Rules”: cientos de estudios comprueban que un poco de ejercicio acelera sustancialmente el poder cerebral: la capacidad para tomar decisiones, resolver problemas, la creatividad, entre otros. El ejercicio te  hace más inteligente y, según científicos, bastan 30 minutos de aerobics, cuatro veces por semana, para explotar este beneficio.

Por fin algo logró motivarme.

Es tu turno. Diseña o encuentra tus incentivos.

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