México, en conflictos internacionales, al fin…
Martin Luther King, el venerable ícono de la lucha por los derechos civiles de los negros y de las minorías en Estados Unidos, dijo en una ocasión...
Martin Luther King, el venerable ícono de la lucha por los derechos civiles de los negros y de las minorías en Estados Unidos, dijo en una ocasión refiriéndose a los blancos “de buena voluntad”: “esta generación no sólo tendrá que contar con la culpa de las maldades y las palabras vitriólicas de los hijos de la oscuridad, sino también, con la culpa del silencio y la apatía de los hijos de la luz”. Esta frase nos queda como anillo al dedo. Mientras naciones mucho más pobres que la nuestra han puesto su granito de arena en asuntos muy graves, da pena que la apatía de la política exterior mexicana, disfrazada con la descarada frasecita de “no injerencia en conflictos externos”, nos ha dejados como impávidos espectadores de verdaderas tragedias mundiales ante la mirada desaprobadora de los sufridos de la tierra.
Ha habido decenas de conflictos de consecuencias funestas que nos han tocado directamente y nuestro gobierno simplemente se da vuelta de espalda a ellos. No es razonable pregonar que no nos toca limpiar la calle cuando tenemos la casa sucia; los problemas armados que tenemos en nuestro país no requieren del esfuerzo de la totalidad de nuestras fuerzas armadas y por el tipo de conflictos no pueden ser manejados como guerra a gran escala.
Me da tristeza ver a países como Haití que, a causa del terrible terremoto que sufrieron, se vieron desprovistos de ejército y de policía, con las consecuencias de desorden social que ello conlleva. En estos caso es cuando la ONU actúa como policía o garante del orden con los cascos azules.
Recientemente vi una foto enternecedora de un soldado uruguayo dándole de beber a una niñita haitiana en medio de un caos circundante. Es vergonzoso que un país mucho más pobre que México, como Uruguay, mande tropas de su ejército (que es mucho menos preparado que el nuestro) a ponerse un casco azul y ayudar en zonas de desastre y nosotros nos dediquemos a hacer desfiles rimbombantes con el ejército más poderoso de América Latina, sin ayudar a nadie bajo la excusa de la “no injerencia”.
Me gustaría ver si esta actitud hubiese sido la de Inglaterra, Rusia o los Estados Unidos ante la amenaza nazi en su momento; estaríamos hablando alemán… o muertos. Somos, nos guste o no, el faro de América Latina, y tenemos el ejército más formidable, fogueado y preparado de nuestra historia; hay que darle uso y que se oiga bien alto el grito mexicano ante los malvados de la tierra, y que el valor de nuestra gente proteja a los indefensos, sea donde sea.
PS: Isis ya tiene en contra al mundo entero, se está empezando a parecer esto mucho a cuando Adolf Hitler, un loco racista y cruel, se fue llenando de enemigos hasta que llegó el momento que era casi todo el mundo. Isis está cometiendo el mismo error de Hitler; no te puedes echar encima a todo el mundo, pues acabas siendo arrasado a fuego y plomo.