Los contratos de servicios que Pemex liberaría en 2014 sumarían hasta 8 mil mdd. Por eso firmas de exploración y servicios están de plácemes, pues buscan recuperar lo perdido por los cambios en la política energética de Brasil y los titubeos en Argentina con lo que genere México.

Según Derek Mathieson, vicepresidente de Estrategia y Desarrollo Corporativo de Baker Hughes, firma que opera en 90 países, avizora “emocionantes oportunidades en México, donde hay algunos retos, pero que, en general, luce como una buena historia a desarrollarse el próximo año”.

Mathieson, que lleva asuntos estratégicos de esta firma que se define como un proveedor de servicios energéticos especializada en gas shale y desarrollo de campos petroleros, lo tiene claro. Brasil pasa por momentos de definición ante su nueva preferencia por exploración en campos conocidos.

En Argentina se debaten los pasos a seguir por la administración de Cristina Fernández. Este ejecutivo dice que las cifras que se manejan para los contratos en las esperadas mega-tenders en México fluctuarían entre 5 mil y 8 mil mdd. Es decir, un volumen de negocios enorme que movería las hojas de balance de gigantes como Baker Hughes o Halliburton, que también quieren su parte.

Así lo cuenta David Lesar, CEO de Halliburton, quien dice que no esperan ver un impacto material en 2014, las discusiones de reforma energética implican “una fuerte oportunidad en shale y aguas profundas en México”. Halliburton ya ha comentado que ha desarrollado pruebas en exploración shale en el norte de México.

Mathieson agregó que su empresa está “precalificada” para participar en los contratos y acompañar proyectos de exploración con potencial en shale y en aguas ultraprofundas.

Sin embargo, todo tendrá que pasar por el filtro de la reforma energética. Cualquier cambio de cualquiera de las partes podría echar por la borda los negocios.

Por lo pronto, queda lo que Elliott Gue, de Energy and Income Advisor, prevé: que las enormes empresas de servicios en campos petroleros esperan un crecimiento importante en el segundo semestre de 2014, cuando se liberen las mega-tenders. A ver si no nos quedamos en un mega-fiasco: con promesas de inversión de uno y otro lado y con los energéticos durmiendo por muchos años más.