Somos buenos ayudando, y donando dinero y tiempo… En realidad, más o menos. 
Esto refleja la edición del “Índice Mundial de Generosidad” que publican Charities Aid Foundation (CAF) y la Gallup.

México es la número 76 de las 135 naciones encuestadas, mientras que otros países latinoamericanos están en mejor posición: Costa Rica, 23; Colombia, 31; Chile, 35, o Uruguay, 47. Eso sí, somos más comprometidos en temas filantrópicos que Brasil y Venezuela (91) o Argentina (78).

CAF divide la generosidad en tres acciones: ayudando a un extraño, donando dinero o haciendo voluntariado. 
Los mexicanos hacen primero más voluntariado que aportes de dinero y por último dedican tiempo a la ayuda a un desconocido.

Con estos datos, México se cuela en el top ten de países por el número de personas vs. la población total que realiza voluntariado. El informe calcula que cerca de 21 millones de mexicanos han realizado alguna tarea de caridad aportando su tiempo y experiencia durante el año anterior. 

Así como la economía mundial se ha venido sanando desde la crisis de 2009, lo mismo está ocurriendo con la filantropía: países desarrollados como los no tanto, están aumentando el volumen de dinero y tiempo a la caridad.

Se calcula una recuperación de casi 4%. 

¿Algunos datos interesantes del informe? 

1) EU está a la cabeza del ranking no solo por los montos donados, sino por la cantidad de personas vs. el total de la población que ayuda a un desconocido. En segundo lugar está Canadá. 

2) Lo que más ha crecido en el mundo es justamente este punto: la ayuda a un desconocido. El informe calcula que en 2012 solamente hubo 200 millones de personas nuevas ayudando. 

3) Los jóvenes cada vez ayudan más. El segmento de personas de 15 a 24 años es el que más ha crecido en donación de tiempo y dinero, de ser el último grupo en el ranking de 2008 hoy son el segundo. 

4) Las mujeres siempre donan más que los hombres. 

Pero uno de los cuestionamientos más interesante es el que CAF suelta para los gobiernos: para que aumente la caridad es necesario que se encarguen de asegurar que las ONG están reguladas de una manera confiable, consistente y abierta y se deben crear los mecanismos e incentivos para que la gente pueda donar de una manera simple.