El sábado fui a City Market de Virreyes a comprar quesos, panes y vinos. Hallé de lo mejor. Los tintos Mauro (mi favorito) y Mariatinto (runner-up), ambos de escasa presencia en otras tiendas, ahí sí estaban. A buen precio y en suficiente cantidad. Los quesos, de primera; la bresaola, también. En la panadería compré pan de tomate, de aceituna y un par de baguettes. Alguna ciabatta.

Un momento curioso ocurrió cuando divisé a José Calvillo entrar al segundo piso a toda velocidad, también hacia la panadería. A decir por su prisa, el director general de Controladora Comercial Mexicana parecía tener una velada más temprana que la mía (si no es que quería reprender a alguien en esa sección, pero no lo creo). Todo en City Market funciona de maravilla.

El único empleado que me hizo sentir mal fue el guardia de seguridad, que espetó a sus compañeros —vía su sistema de intercomunicación—, que bajaba por la rampa un tipo con camisa azul a cuadros (yo) con varias botellas de vino. Como si me quisiera robar el Mariatinto.

Este año Comercial Mexicana, según informó ayer, construirá tres nuevos City Market; convertirá dos —ojalá uno sea el Sumesa de Polanco—, y remodelará dos más. En ello invertirá 430 millones de pesos.

Los planes de esta firma son ambiciosos para 2013. Ayer parecía que estaba en una especie de miércoles de plaza, anunciando por todo lo alto que en total construirá 11 nuevas tiendas (ocho serán del formato Mega) y dos restaurantes. Sacará el monedero naranja: en total realizará inversiones de capital por 3 mil 455 millones este año.

Estos anuncios hablan de un renacimiento de Comercial Mexicana. Qué bueno. Lección aprendida del pasado —luego del episodio de los derivados en 2008, la reestructura y la venta de 50 por ciento que tenía de Costco—, ahora esta firma muestra nuevo músculo.

Incluso dijo ayer: “La empresa está abierta a considerar posibles adquisiciones de empresas del mismo giro y otros formatos especializados dentro de la República Mexicana” (knock, knock a la Asociación Nacional de Abarroteros Mayoristas). ¿Es esta la misma empresa de los derivados que enojó a Guillermo Ortiz? Sí, lo es... Quizá ahora hasta los querrá de clientes en Banorte.