Las reacciones de la gente en la vida real y de manera exponencial en las redes sociales frente a los hechos de corrupción protagonizados por los actores políticos son un botón de muestra de cómo se pueden conducir  los tonos de las comentarios, opiniones y hasta movilizaciones en las próximas elecciones del 2015.

No hay que ser vidente, ni tener un nivel de expertise (especialidad) elevado  en tecnologías de información y comunicación, para saber que los ciudadanos-usuarios estarán más atentos que nunca al proceso electoral. 

De acuerdo con el estudio del proyecto www.digitalgovernment.com que opera con la plataforma Ondore Scout en México, cuyo vocero es el yucateco Antonio Estrada, tan sólo en Mérida hay una audiencia disponible de 600 mil usuarios mayores de 18 años, conectados a medios digitales. 

Esto significa que hay 600 mil potenciales observadores, que podrán compartir su percepción de la contienda electoral y la forma en que participan. También tendrán la opción de denunciar en sus cuentas de redes sociales y  ante las autoridades correspondientes las irregularidades que detecten. 

Las expresiones compartidas con el hashtag #YaMeCansé  y las movilizaciones que provocaron a nivel local e internacional dieron muestra del resultado que se obtiene cuando se junta el hartazgo con una red social.  La participación ciudadana está más presente que en otros momentos de la historia, pero también debe reinar la inteligencia para que el deseo colectivo de un país justo, con paz, libre de violencia y corrupción cristalice.

Las elecciones del 2015 tendrán ese tono histórico al reunir en el escenario los alcances de las redes sociales, la indignación de los ciudadanos que está a flor de piel y la aplicación de los cambios fruto de la reforma electoral.

Ante este panorama,  los usuarios se convertirán también en fuentes de información y herramienta para las noticias que circularán en el desarrollo de las campañas y el esperado día de la elección, el próximo 7 de junio,  en la que se renovará la Cámara de Diputados, nueve gubernaturas, 903 presidencias municipales y  639 diputados locales. A excepción de Oaxaca que tendrá una elección extraordinaria el 14 de diciembre de este año.

La lupa de los ciudadanos está más pulida que nunca y los actores políticos tendrán que cuidarse de no simular, sino de hacer bien su trabajo.