Mi mayor objeción a la reforma hacendaria propuesta por Enrique Peña Nieto es que yo pagaré mis impuestos a la misma tasa que los pagará el ingeniero Carlos Slim.

Y aunque no podría documentarlo, tengo la certeza que sus ingresos mensuales son superiores a los míos. La cosa se pone peor si, como supongo, el ingeniero, igual que el resto de los mexicanos que aparecen en las listas de Forbes, obtienen muchos de sus ingresos de la Bolsa de Valores, y entonces esos ingresos serán gravados con solo 10 por ciento.

En Estados Unidos la tasa máxima para ingresos personales es de 39.6%; en Argentina, 35%; en Venezuela, 34%; en Sudáfrica, 40%; en Colombia, 33%; en Japón, 50%; en Corea, 38%; en Israel, 50%. El promedio de los países de la OCDE es de 41.49%.

En México, 30%. Si pasa la reforma será de 32%. Por debajo del promedio de la Unión Europea y América Latina. Y tal vez lo más problemático es que paga 32 por ciento el que gana arriba de 500 mil pesos al año y el que gana chorrocientos millones de pesos al mes. Creo que hace mucho a nuestro código fiscal le falta un escalón, o dos o tres.

En noviembre del año pasado, en Estados Unidos en medio de una intensa discusión sobre impuestos, crisis y déficit fiscal, uno de los hombres más ricos de aquel país y del mundo, Warren Buffett, escribió una editorial en The New York Times en la que después de hacer una descripción de la crisis estadunidense, la creciente desigualdad en aquel país y la manera en que los más ricos tienen múltiples herramientas para pagar tasas menores que las clases medias, propuso que el Congreso impusiera un impuesto adicional a los muy ricos. De 30% adicional para el ingreso de entre 1 millón y 10 millones de dólares anuales y de 35% para el ingreso mayor a eso. Fue un gesto.

México es uno de los países que menos recauda en su región y entre sus similares. México es uno de los países más desiguales del mundo. Vamos a crecer 1.8 por ciento después de décadas de crecimientos igual de mediocres.

¿No es suficiente crisis? ¿La misma tasa impositiva para quien gana 42 mil pesos al mes, para mí y para los que aparecen cada año entre los más ricos del mundo? ¿No es tiempo para un gesto?

Twitter: @puigcarlos