Publicidad para algunos y realidad para otros, economía para todos. Las empresas internacionales bien manejadas y con autoridades comprometidas son el mejor medio para hacer negocios en un nuevo país e internacionalizar los productos locales y a la inversa. Para nuestra mala suerte esto resulta complicado. 

Es fabuloso cuando escuchamos a nuestros líderes hablar de las inversiones extranjeras, del fomento a los negocios internacionales, de motivar a productores nacionales a exportar y a inversionistas extranjeros a invertir en el país, pero la realidad es otra.

Al momento de realizar las operaciones nos encontramos con aduanas ineficientes o que sólo ven el interés de unos cuantos, o de algunas marcas conocidas, para fomentar un monopolio, afectando a la producción nacional.

Este tipo de hechos y realidades sólo desmotivan al inversionista extranjero y lo encaminan a retirar su inversión del mercado mexicano e irse a otro tipo de mercados donde sí pueden ser competitivos, como Centroamérica o Asia. 

Es bonito cuando encontramos publicidad, como “cada vez son más los inversionistas extranjeros en México”, “estamos concretando acuerdos con países para traer la inversión a México”, pero los que no se dedican a esto no saben lo que realmente sucede, por eso debemos estar informados, conocer la realidad y preocuparnos por nuestro México.