La niebla no es un rasgo que caracterice el análisis de Roger Bartra, autor de culto desde hace más de un cuarto de siglo para las mentes lúcidas de la izquierda mexicana.

En septiembre de 2006, a propósito de una severa crítica a la protesta poselectoral que publicó en Letras Libres, le pregunté si no era demasiado duro con el candidato que tomaba avenidas y mandaba al diablo a las instituciones.

“Lo soy”, respondió. “Es un cacique populista, y no puedo menos que hacer observaciones de esta naturaleza para intentar que la gente de izquierda se ponga a reflexionar que lo que ha crecido bajo la sombra de López Obrador durante estos últimos años es una verdadera tragedia, un freno al proceso de transición democrática”.

Adelantó que el plantón de Reforma terminaría como un lastre para la izquierda y que la presidencia legítima del tabasqueño sería un ridículo. Lo retrotraigo porque ayer, en entrevista con Federico Arreola en SDP Noticias, volvió a tratar con severidad a la izquierda “populista, reaccionaria y nacionalista” que se opone a ultranza a la modernización en Pemex y al aumento de impuestos.

Bartra arriesga, además, un pronóstico sobre Morena. “Se va a constituir en un partido mucho más débil de lo que algunos imaginan o quieren”, dice. “Va a tratar de impulsarse fuertemente justo en el momento en que se discuta la reforma energética y va a tratar de sacar fuerza de ahí. Lo va a lograr en cierta medida, pero no en la que muchos de sus organizadores sueñan. Creo que básicamente va a ser un nuevo fracaso de López Obrador”.
Morena, puntualiza, dificultará la modernización de la izquierda.