Moviéndonos por la ciudad

En Mérida si no tienes coche tu movilidad es lenta, insegura y cara, sobre todo para el obrero y el empleado...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Reiteradamente al circular por nuestro agresivo y congestionado espacio vial viene a mi mente un programa de la BBC en el que un grupo de empresarios de alto nivel platicaba de diferentes tópicos; de pronto comenzaron a presumir sus automóviles: Bentleys, Jaguares, Ferraris, etc.; uno de ellos permanecía callado y el conductor le preguntó: ¿Y usted qué coche tiene? Y la persona le dijo: no tengo, es más, no sé ni manejar; y el conductor le dijo ¿y cómo le hace?, y le respondió: vivo en Londres, con amplias aceras seguras para caminar, con espacios para la bicicleta, con una completa red de transporte, complementada por el metro y ferrocarriles suburbanos, y cuando la situación lo amerita tomo un taxi. El silencio invadió el programa.

En Mérida es al revés, si no tienes coche tu movilidad es lenta, insegura y cara, sobre todo para el obrero y el empleado, que en ocasiones tienen que tomar hasta tres diferentes rutas para llegar a su destino, cada una con un costo, y esto de ida y vuelta, en una ciudad donde caminar es una actividad de alto riesgo por diferentes factores, como las condiciones agresivas e irregulares de sus aceras, además del alto riesgo de tener que compartir el espacio vial con sus dueños: los automovilistas.

Qué distinta sería la ciudad con un transporte urbano de alta eficiencia, con transbordos sin tener que pagar de nuevo, con conductores educados y respetuosos, y con unidades especiales para personas con alguna discapacidad; siempre recuerdo los autobuses de Barcelona con características especiales para que la gente pudiera subir en silla de ruedas, en un sistema que como en muchísimas ciudades cumple con horarios preestablecidos, lo que permite programar las actividades de sus usuarios.

Pero nada es imposible, lo que falta es un verdadero compromiso de trabajar en provecho del ciudadano, sobre todo del de menores ingresos, aunque hay que pensar en todos, beneficiar a todos; es por ello importante que la sociedad tome conciencia y gestione grupalmente y de manera continua la demanda de un verdadero sistema integral de transporte urbano y suburbano. La voz de todos tiene un peso específico que hay que aprovechar. Empujemos todos hacia una Mérida bien comunicada.

Lo más leído

skeleton





skeleton