Me levanté de mi hamaca, cuando me veo en el espejo mi cara parecía la del hombre araña, jajajaja, toda sellada, pero ni así cambio mi hamaca, porque cuando me ha tocado dormir en cama, uay al otro día tengo un dolor de espalda.

Sí, lo reconozco, soy huiro, y a mucha honra. Acto seguido chequé el candelario y veo que estamos a un día de los mucbilpollos, y la frase clásica: mare, este año se fue rapidísimo, jajaja; siempre decimos lo mismo, es para estas fechas que hay un poco de frío, y decimos: mare este diciembre sí va haber frío, y compras tu chamarra, y el mero 24 de diciembre estás sudaaaaaaandoooo, como en la clase de taebo de Alex Rivas que da en el estadio…

Pero regresando a los pibes y no los de Argentina, aunque en Mérida tenemos lugares argentinos, como la playa argentina, CHElem, el barrio argentino, el CHEmbech, el político argentino podría ser Vitelli, es el CHEchón, que porque dice que le dan preferencia a Vila, pero dejemos a los argentinos, y chan viremos nuevamente a lo nuestro, porque, cómo me gusta comer pibes, pero qué bueno que no son todo el año, sino de qué tamaño quedaría mi mondongo, claro que tendría el perfil perfecto para ser presidente del Banco de México, como don Agustín Carstens, pero cómo despreciar un pedazo de pib, aunque ya no los hacen como antes. Me acuerdo que hasta se les derramaba el col cuando metías el cuchillo, ahora con un crayón le pintan el col.

Lo que sí no va a ser problema es cavar los huecos para enterrar los pibes, porque bienaventurados sean los baches y hoyos, porque ahí vamos a enterrar nuestro mucbilpollos, y como diría Juan de Dios Peza: no dejo que me impongan yugos, yo a los muertos llamo mis amigos y a los vivos mis verdugos... con tanta reforma no da ni para jugos.