¿Cuándo la música es triste? Juego de palabras con diferentes interpretaciones, ¿la canción es triste en su contenido musical? o ¿es triste porque te ubica en algún momento del pasado? 

Si bien es cierto que algunas canciones tienen el poder de servir como catalizador para grabarse en nuestra memoria, en algún momento en la línea del tiempo y en la individualidad de cada ser humano con diferentes estados de ánimo también, con certeza, los “malos” recuerdos tienen, de cierta forma, mayor claridad en los archivos de nuestro almacén en el cerebro, precisamente, la memoria.

Por ejemplo, en México existe un tema que invariablemente se escucha o se programa en alguna despedida  de cualquier índole: desde un último día de clases, hasta el sepelio de alguna persona, y si es interpretado con mariachi su efecto es aún más devastador. Hablo de “Las golondrinas”.

Tema de la autoría de Narciso Serradell, que originalmente se dedicara a los exiliados mexicanos en Francia, por el año 1862, y que adoptaran los mismos como su melancólico tema, contiene en sus notas y arreglo la combinación perfecta para transmitir tristeza y un dejo de melancolía, en el que precisamente el autor reflejó  su sentir. 

¿Qué causa lo anterior en el uso de la memoria colectiva? Posiblemente la semejanza al llanto profundo del ser humano en la parte más intensa, donde la musicalidad crea y recrea la sensación del dolor de despedirse de algo o alguien en el contexto correcto.

El piano es un instrumento versátil que al ejecutarse en “tempo” lento y con notas en octavas altas puede lograr sentimientos de dulzura o de profunda tristeza. Si sumamos violines y cellos cadenciosos podemos crear ambientes totalmente depresivos… qué mágicos son los resultados de algunas armonías, y si bien la música es también alegría, los temas con triste connotación, como mencioné en un principio, sirven como gancho a imágenes, palabras, aromas y dolor.

Por supuesto, si agregamos a la parte musical algún texto, poema o pensamiento con palabras en combinación y con mensaje de pérdida, distancia, recuerdo, tiempo, añoranza, desamor, traición y un largo etcétera, el resultado puede ser apabullante.

Los mismos temas pueden dibujar en nuestra mente e imaginación los escenarios más grises y nostálgicos sin necesidad, en ocasiones, de haber presenciado los acontecimientos que describen; sin embargo, fotografías, cine, televisión y todo medio que se refuerce con el código de imágenes, invariablemente nos lleva a crear en nosotros esa sensación “tan del ser humano”.

Regreso, voy por un pañuelo… mientras tanto, Groove on!