Mutaciones en las consonantes (2)

Las principales características fonéticas del español peninsular es resultado del español traído por españoles durante la Colonia.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Como ya he apuntado, las principales características fonéticas del español peninsular es resultado del español traído por españoles durante la Colonia y del contacto permanente con la lengua maya. Por ejemplo, en las consonantes laterales y vibrantes por desgaste fonético la r desaparece en para, que se convierte a través de paa en pa.

Por disimilación consonántica también se pierde la r en madrastra [madrasta], padrastro [padrasto].

El cambio de la l en r es un fenómeno del que existen muchos ejemplos: calcañal [carcañal], chilmole [chirmole], delantal [delantar], flamboyán [framboyán], melcocha [mercocha].

Este fenómeno se encuentra también en vocablos mayas como kilits’ [kirits’], alux [arux],  p’elech [p’erech], tulix [turix].

En consonantes palatales la articulación dorso palatal lateral de la ll se desconoce en la región.

La ll se identifica fonéticamente con la y y suenan igual malla y maya, arrollo y arroyo.

La caída o absorción de la ll cuando está en posición intervocálica y en contacto con í acentuada: ladrillo [ladrío], parrilla [parría], cuchillo [cuchío], amarillo [amarío],  tortilla [tortía]. Por el contrario, a veces la í acentuada antes de otra vocal admite una y débil antihiática, quizá por influencia maya: en batería [baterilla], porquería [porqueriya], sandía [sandiya], vaquería [vaquerilla].

A veces se hallan ejemplos con i átona como en achiote [achiyote]. En cayumito por caimito, la i no sólo se consonanta, sino que admite además una u epéntica.

En consonantes nasales, la nm, nn, la n es absorbida por la m o por la otra n, en inmediatamente [imediatamente], inmenso [imenso], innecesario [inecesario]. Por diferenciación, la consonante deja de ser palatal cuando la vocal lo es y la ñ se convierte también en n en albañil [albanil] pequeñito [pequenito], tamañito [tamanito].

La n intervocálica desaparece y se nasalizan las vocales contiguas en algunas flexiones del verbo tener, como en tiene: [no tiee naa], tienes: [qué tiees ái], tienen: [lo tieen visto].

Hay, asimismo, una fuerte tendencia a la nasalización en la partícula interrogativa maya ¿ha?, pronunciada con h aspirada. Igualmente, en la forma ajá de uso muy generalizado para denotar aprobación o afirmación, se nota a menudo la nasalización de las dos vocales hasta su reducción a una voz que podría describirse como mjm.

La repetición de un fonema que ya existe en la palabra en posición influyente se observa en algunas voces del grupo nasal: andadera [andandera], mandadero [mandandero], engrapadora [engranpadora].

Lo más leído

skeleton





skeleton