Los primeros tres meses de alternancia con el nuevo jefe del Ejecutivo del Estado  darán cuenta en esta Navidad –en el proemio del Año Nuevo– con la esperanza del gobierno del cambio al mando de un gobernador no priista, sea el advenimiento con bienaventuranza de un futuro promisorio para Quintana Roo y su gente. El triunfo del nuevo régimen que se dio con el voto de la democracia –Vox Populi, Vox Dei– en los comicios pasados del gobernador quintanarroense. Carlos Joaquín González, junto con.los adláteres del bioartidismo  PAN-PRD desalojó al PRI del palacio del Bulevar el pasado 5 de junio. 

Los primeros 100 días por cumplirse en los albores del Año Nuevo, justo el 5 de enero –Noche de Reyes– se espera sean con resultados satisfactorios para ambas partes de la nueva relación entre el pueblo y gobierno de Quintana Roo. Los resultados han de ser los primeros avances producto de medidas adoptadas por el mandatario quintanarroense y con decisiones de acciones dirigidas a los titulares de las instituciones del gabinete gubernamental que acatan la directriz del jefe del Ejecutivo estatal. 

Por ahora, el paso que se lleva de alternancia no ha sido así. Lamentablemente. Se intensifica la tensión social porque aumenta la incertidumbre y la desesperanza en los sectores más vulnerables de la población quintanarroense. Obviar está ligado a la desatención, luego la participación de otros, pata finalizar en una imagen completa al proyectar como medida recaudatoria implementando un nuevo impuesto con el canje de placas, engomado y tarjeta de circulación, para vehículos, pago que impactará en los bolsillos de los quintanarroenses y, que además, los impuestos son generadores de cambios de percepciones en la población. 

Para que esa percepción se crea en la mente ciudadana, hay que observar con los dos hemisferios cerebrales, las emociones a través del hemisferio derecho y los conceptos abstractos con el izquierdo. Si al observar ingresan solo los datos emocionales, o solo abstracciones, la percepción quedará mal registrada en la memoria y se intensificará más el descontento. También incita la exacerbación a lo interno de la burocracia local, por las decisiones de figuras de la alianza bipartidista PAN-PRD –incluidas en la alternancia–, por lo que están impulsando con un movimiento tan obcecado y partidario al extremar acciones con expresión de poder, que incita al coraje el insensato e injustificable despido a empleados de gobierno. 

Además parte del régimen bipartidista persiste en actitud de revanchismo contra medios y periodistas que orlan la diadema de comunicación en el Estado. Lo que hace suponer que está aconsejado por entes de facciones radicales. Destacadas figuras de las dos alas que le acompañan, izquierda y derecha, le aletean al oído para tenerle animadversión a la prensa local, aparte de no tomar en cuenta las opiniones de la sociedad para unificar criterios con la obligatoriedad de comunicar objetiva, veraz y oportunamente a la población con el derecho de estar bien informados. Son los idóneos? Los más, hábiles avezados y aguerridos? Son los que requieren las circunstancias? Las sensaciones no son positivas en la mente de los quintanarroenses, -ni en las redes sociales, sobre la gestión de algunos titulares intersectoriales que pueblan el aparato burocrático quintanarroense.

El gobernador Carlos Joaquín se enfila a sus primeros 100 días de gobierno, con tremendos desafíos por los destrozos provocados por sus antecesores, pero con la presión de entregar resultados contundentes en todos los frentes.

Similar presión enfrentan los 11 presidentes municipales, obligados a cumplir sus promesas de campaña sin que puedan refugiarse en las excusas.