Negociar... todo un arte
Debes tomar en cuenta también que el negociar es una conciliación total, no significa que tú ganas y el otro pierde, se trata de llegar a un arreglo...
Todo en esta vida es negociar: permisos, horarios, la película que vas a ver al cine con tu pareja, el auto a comprar para la familia; en fin, la lista es interminable, pero no sólo se negocia en la empresa, también en la familia y en la calle. Por lo que, para salirte con la tuya, debes estar muy atento y poner todas tus habilidades en alerta.
Debes tomar en cuenta también que el negociar es una conciliación total, no significa que tú ganas y el otro pierde, se trata de llegar a un arreglo que les permita a ambas partes salir beneficiados. Y también se trata de ceder en algunas ocasiones para poder obtener un mejor resultado en un futuro cercano.
Te comparto 5 características que te permitirán ser un buen negociador:
1.- Ponte en los zapatos del otro.- Ser empático es una característica que te permitirá entender mucho mejor la postura de la otra persona. Te ayudará a comprender con mayor claridad las necesidades del otro y podrás lograr el resultado óptimo para ambos.
2.- Aprende a perder.- En ocasiones te tocará perder, pero, aun en esos casos, aprende la lección o trata de sacar provecho de esa pérdida. Si cedes hoy, podrías esperar un resultado diferente en la siguiente negociación. Hoy por ti, mañana por mí.
3.- Escucha atentamente.- Cuando abras tus sentidos para realmente escuchar a la persona, te darás cuenta que existen comentarios o palabras específicas de ella que te permitirán tomarlas para realizar tu propio discurso. Tómalas y regrésalas con mayor efectividad.
4.- Contrólate.- No permitas que las emociones te ganen. El no poder controlar tus sentimientos te puede llevar a decir cosas que rompan la negociación. Respetar a la persona habla de un sentido de madurez que en la gente causa bienestar, no lo pierdas.
5.- Enfócate en los atributos.- Los puntos positivos de la parte que quieres negociar se convierten en tu punto fuerte para destacar lo que quieres ganar. No hables de más, ni menciones cosas irrelevantes, sólo resalta la razón de porque debería la otra persona aceptar tu propuesta.
Recuerda que no se trata de ganar, sino de convencer. Cuando la persona está convencida plenamente, no hay poder humano que la haga retroceder. Con asertividad, usando las palabras correctas, ya estás del otro lado. Éxito.