Ni #LadyChiles les embona
Me parece innecesaria la creación de un Zar anticorrupción en México. Sobre todo porque es como intentar poner en marcha un fiscal anti-panbol o antitequila o antitirar desperdicios químicos en el río Sonora estilo Larrea.
Como dice el artífice de las reformas estructurales, don Emilio Gambo Patrón, en el México de hoy (¿del programa Hoy? Se preguntarán los malintencionados a los que ni #LadyChiles les embona) no hay lugar para la impunidad, el chantaje y la ilegalidad, lo cual no puede ser más cierto aunque la realidad, que está coludida con los sospechosistas, insista en hacernos creer lo contrario, me parece innecesaria la creación de un Zar anticorrupción en México. Sobre todo porque es como intentar poner en marcha un fiscal anti-panbol o antitequila o antitirar desperdicios químicos en el río Sonora estilo Larrea.
En todo caso habría que proponer un Zar pero antihistéricos, en particular aquellos que creen desde la paranoia que en Michoacán las cosas cambiaron para ponerse peor solo porque cunde la extorsión, el secuestro (bueno, no tanto como en el idílico Edomex, de Neza a Valle de Bravo que está bravísimo) y la tortura yijadista. O sea, ni modo que nos quedemos con un Michoacán nada michoacanizado y sin emociones fuertes, pues se le acabaría la chamba al comisionado Del Castillo, las selfies de La Tuta perderían encanto y la Fuerza Rural ya no podría andar en patrullas Mercedes Benz.
Como sea, frente a las expectativas de un futuro ajeno a los antiguos vicios y fornicios, es muy lamentable que aún haya quienes piensen que el Pemexgate no ha muerto, que viven en corazón del sindicato petrolero desde donde se siguen financiando las campañas de los candidatos del tricolor y, con toda probabilidad, la recolección de firmas y apoyos a favor de la iniciativa del PRIcámbrico temprano de imponer una consulta popular sobre la necesidad de darles levantón a los plurinominales. Digo, pa’ que tantos si ya los tienen bien mayoriteados.
Pero eso es imposible, esas cosas no ocurren ni ocurrirán en esta patria, menos ahora. Y es que por fin se hizo justicia a través de la siempre grata presencia de don Catémoc Gutiérrez de la Torre, amo y señor de los Topo Gigios, que fue eximido de toda diatriba por el Instituto Electoral del DF. Parece que no habían visto nunca en su vida a un hombre tan bueno, santo y puro.
Hasta quieren quitar al Ángel de la Independencia para ponerlo en todo su esplendor.
Y claro, si se lo llegara a proponer para Zar anticorrupción —que lo tendría más que merecido— los puritanos levantarán las cejas.
Ni #LadyChiles les embona.