Ni que estuviera loco
Hay quienes dicen que Servando Gómez, el príncipe del selfie, se anda escondiendo en Guerrero; por favor, con lo peligroso que es ese territorio para el magisterio. Ni que estuviera loco.
Una frase del gran estadista de Kafkapulco, Ángel Heladio Aguirre Rivero, que solo puede competir en su profundidad y certeza jurídica con la maravilla que acaba de espetar Ricky Martin y donde demuestra que era más simpático cuando aún no salía del clóset: “La educación es como una erección, quien la tiene se le nota”.
Acá, lo que el virrey de Caleta-Caletilla hace es un llamado democrático e inclusivo para demostrar que los miles que marcharon en México y el mundo exigiendo su renuncia están equivocados. Que mediante el voto libre y secreto, los guerrerenses bajo su férula manifestarán sin coerciones ni amenazas su aprecio por un gobernante sensato y sensible que quedó atrapado en una encrucijada por la traición de un canalla igualteco.
Era lo lógico. Si los del #TodosSomosPolitécnicos exigen la democratización del IPN, no es poco razonable que Ángel Heladio pida la democratización de su improbable renuncia. Una consulta popular que sin duda sería tan limpia y clara como la investigación del chuchismo sobre el lado oscuro del sátrapa de Iguala.
Así, con esos protocolos y filtros para el reclutamiento, no sería extraño que La Tuta sea vocal de alguna planilla del PRD. Que por cierto, hay quienes dicen que Servando Gómez, el príncipe del selfie, se anda escondiendo en Guerrero; por favor, con lo peligroso que es ese territorio para el magisterio. Ni que estuviera loco.
En ese sentido, lo que sí es de admirar es la tranquilidad con la que el próximo ex góber toma las cosas: ni suda ni se acongoja, aunque el licenciado Peña haya dicho que se hará justicia en esta trágica historia, “Tope a donde tope” porque está muy indignado.
Ya quisieran la calma de Ángel Heladio (reforzada por el apoyo de Navarrete Navarretín que, en el mejor estilo de Anahí haciendo pucheros dijo: “Bueno, si los guerrerenses quieren recuperar el mandato, que así sea”, o lo que es lo mismo, allá ellos y su mala cabeza) los defensores de Cuauhtémoc Cárdenas que, mientras el ingeniero se tomaba las cosas con filosofía luego de ser agredido, se ponían peor que El Piojo con cada gol de su equipo frente a Honduras. Que les receten Prozac.
Están peor que quienes creen que van a estacionar el nuevo avión presidencial en el Zócalo.
Como quiera que sea es divertido ver en todo este tragedión bíblico cómo todos los gobiernos y partidos quieren desaforar a Joe The Killer Abarca, cuando ni siquiera lo pueden apañar.
Chale.